El sindicato médico CESM-CV pidió ayer a la Conselleria de Sanidad que elabore una ley autonómica que "restablezca" en el ámbito de la Comunitat Valenciana el acceso de "todos" los inmigrantes a la asistencia sanitaria.

En un comunicado, la organización médica calificó de "inadmisible" la aplicación de la nueva normativa estatal que anulará las tarjetas sanitarias de los "sin papeles".

"Los médicos, tanto como profesionales como ciudadanos, no pueden legalmente denegar auxilio a una persona en situación de riesgo sin incurrir en el delito de omisión de socorro", advierten.

El CESM-CV reclama, por esta razón, una normativa "específica" que con rango de ley y con efectos retroactivos a 1 de septiembre "restablezca" en el ámbito de la Comunitat Valenciana el acceso de "todos los inmigrantes" a la asistencia sanitaria.

Alertan en este sentido de que la falta de seguimiento de determinadas patologías crónicas (como la infección por VIH o la tuberculosis) puede dar lugar a "un estado de alarma social por deterioro de la salud pública".

El sindicato considera igualmente que la Conselleria de Sanitat debe dictar "de inmediato" unas instrucciones que "resuelvan las dudas y clarifiquen" la postura de la administración sanitaria valenciana respecto de esta cuestión.

Para los médicos, la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares marca el cambio de "un modelo sanitario basado en el derecho universal y constitucional a la salud a otro en el que la población se divide en asegurados y no asegurados".

El CESM-CV, que ha puesto en duda los efectos que esta medida podría tener sobre el déficit público, aboga por afrontar de un modo práctico las situaciones a las que dará lugar la nueva normativa.

Desde la organización recuerdan que el decreto incluye excepciones que permiten dar asistencia sanitaria -niños hasta los 18 años, embarazo y parto y urgencias médicas-, y que los médicos están sujetos al Código Penal, que castiga la denegación de auxilio en cualquier situación urgente como un delito de omisión de socorro.

Por ello, el CESM-CV considera que "ningún médico puede negarse a atender adecuadamente al paciente que llegue hasta su consulta".