Entre las diversas reacciones que ha desatado la renuncia de Jesús Murgui a seguir pastoreando la Iglesia de Mallorca, el escrito de un religioso está causando furor entre el clero local €que lo difunde por la red€ por su dureza contra el prelado. Frente a las múltiples 'opiniones clericales' de estos días, apuntando 'hacia la complejidad del ser cura y mallorquín, como si fuera una rareza total, casi un fenómeno de feria', al sacerdote Francesc Novella, superior del Oratorio de San Felipe Neri de Porreres, le entra 'la risa floja' y concluye: 'A mí me da que el raro es el obispo'.

Uno de los principales reproches de Novella a Murgui es que haya hecho dejadez de funciones durante su más de ocho años en la isla, acusándole de haber entregado durante su episcopado todo el poder a su mano derecha, el vicario general: Lluc Riera .

En el artículo, titulado 'No tan raros, señor obispo', que se puede leer en la web www.oratorideporreres.com, el sacerdote felipenc se dirige en voz alta a Murgui y en este tono: 'Excelencia, yo ya supongo que, a estas alturas, usted ha asumido que [ya] no es obispo auxiliar de Valencia y que, por tanto, a quien correspondía marcar el ritmo, los tiempos y sobretodo el rumbo de la Iglesia en Mallorca, no era a otro más que a usted. No lo ha hecho, simplemente se ha inhibido, ha delegado porque, o no ha sabido, o no ha querido (...) En este caso también el raro es usted'.

El religioso dice no saber 'si es posible anunciar el Evangelio desde posturas tan prudentes como' la de Murgui, y considera que con tanta cautela como la que ha demostrado el prelado, 'más que imponer algún respeto, creo que damos risa'.

Con la mente en Valencia

A Novella también le ha disgustado 'el espaldarazo continuado' de Murgui a los curas de Palma, versus 'la sordera manifiesta que ha exhibido ante la Iglesia de los pueblos'.

El religioso echa en cara al obispo que transcurrido tantos años siga con la mente en su tierra natal y no se haya adaptado a la realidad mallorquina: 'No sé si se ha dado cuenta que una inmensa multitud de los habitantes de Palma pasan los fines de semana en los pueblos. Aquí no vamos a tomar horchata con fartons al centro de Palma porque la Virgen de la Salud no es la Cheperueta, ni la cultura urbana valenciana es extrapolable. Aquí la basca se va al pueblo y la ciudad queda desierta de población endémica y llena de guiris que no van a misa. Lo que en Valencia tenía sentido aquí simplemente no, ¿no lo ha notado? Será que sale usted poco, vaya, otra rareza. ¿La llamamos singularidad?'

El padre Novella también ironiza sobre la negativa de Murgui a conceder entrevistas a los medios locales: 'Lo de su miedo a la prensa€ oiga ¡de libro! ¿Acaso piensa que su opinión debe ser solo expresada en homilías? Señor obispo, hay una gran mayoría de gente que no va a misa, son cristianos aletargados que hace años que no pisan los templos, son mayoría abrumadora, son multitud'.

Sostiene el fraile felipenc que 'lo normal hubiera sido prodigarse un poquito en los medios para llegar a esa mayoría adormilada que tal vez necesita la voz del pastor para recuperar el ánimo'. Novella afirma que no pretende que la timidez del prelado 'mude de la noche a la mañana, pero caramba, ha tenido ocho años para remediarlo'. El religioso piensa que si Murgui 'no ha mejorado en ese tiempo ya no lo hará, ni en Orihuela ni en Hong Kong. Nadie pretende que sea el más parlanchín, pero fastidia, y mucho, que sea el más mudo del grupo', sentencia.

El sacerdote se despide deseándole a Murgui «un montón de suerte en su nuevo destino» y a la vez se lamenta: 'Aquí, ya ve, nos quedamos los pocos que ya estábamos menos los que se han muerto en estos ocho años. Nos quedamos tan rarillos o tan normales como usted nos encontró, no hemos cambiado ni un pelo porque tampoco usted ha hecho nada por conseguirlo. Claro que lo lógico era que, al llegar a esta tierra, el que intentara cambiar fuera€ su Excelencia Reverendísima ¡Que penita!'.