El artista callejero Escif lleva años dejando su marca en las paredes del centro histórico de Valencia. Conocido en las últimas semanas por la pintada homenaje a Yves Klein en la que se representa la caída del rey durante su visita al Estado Mayor de la Defensa, sus murales han recogido desde el caso Gürtel hasta la "Primavera Valenciana"sus murales han recogido desde el caso Gürtel hasta la "Primavera Valenciana" o los últimos recortes económicos. Sus pinturas más recientes en Valencia se centran en plasmar la crisis económica y financiera. "Los mercados nos dan la bienvenida" en El Carmen, "Recortes" en la calle Barón de Cárcer o "Somos robots", en la pared contigua a la tienda de la Unión Musical en la calle La Paz. Especialmente prolífico durante los primeros meses de 2012, aún puede contemplarse en la calle Maldonado "Agua de Valencia", donde un Louis Vuitton sale de una botella de champagne. En febrero, las manifestaciones estudiantiles del Lluís Vives inspiraron a Escif para su obra "Educación para la ciudadanía", en la que varios policías antidisturbios cargan con las porras contra un libro.

"Me gustaría pensar que lo que importa en mi pintura no es tanto su forma como lo que dicen". Son declaraciones de Escif en una entrevista para el libro "Textura: Valencia Street Art", publicado en 2010 por Luz Martín, una de las pocas entrevistas que se le conocen ?-este periódico se puso en contacto con el joven detrás del pseudónimo de Escif, que rehusó hacer declaraciones-.

El tipo de dibujos de este grafitero no se ajusta al de las clásicas pintadas de letras, sino que se aproxima a la pintura mural mexicana o a las ilustraciones más contemporáneas, siempre manteniendo como punto de partida el grafiti callejero. Su técnica integra el entorno urbano en la pintura. Un buen ejemplo es "Todo lo que sobra", un particular homenaje a las Fallas, en el que aparece un contenedor de basura ardiendo y su humo se fusiona con las obras del edificio también en la calle Maldonado. "Me gusta reflexionar sobre los espacios donde puedo insertar mis pinturas", declaró a Martínez.

Entre arte y delito

Artistas urbanos y grafiteros consultados por este periódico aseguran que "la Policía es muy restrictiva y pide la documentación a cualquiera que esté pintando en una pared, aunque esté abandonada y medio derruida". En algunos casos, estos artistas urbanos piden permiso a los propietarios de los solares y edificios para hacer sus pinturas, especialmente cuando se trata de murales trabajados durante varios días, ya que algunos requieren por sus dimensiones de la instalación de andamios para poder realizarse. Ellos reivindican que "no hacemos daño a nadie pintando sobre un muro que cerca un descampado".

El pasado mes de julio esta pelea diaria se vio agravada cuando la Policía fue captada por un videoaficionado borrando parte de la obra del también valenciano Vinz Feel Free, que participaba esos días en el V Festival Internacional de Arte Independiente de Valencia (Incubart). En la pintura "No tengas miedo" se mostraba a varios policías aporreando a varias mujeres con motivo de las protestas de las mujeres de los mineros asturianos en el Congreso de los Diputados. "Veo el grafiti como un síntoma necesario de la vida en las ciudades contemporáneas. Una pared pintada representa una forma de usar la ciudad que no se ha pensado. Me parece muy interesante que la gente que vive en una ciudad no se conforman con su uso de acuerdo a las normas impuestas, sino que inventar nuevas formas de utilizarla", reivindica Escif.