A pesar de que el turismo es uno de los pocos sectores que sobrelleva la crisis con mayor dignidad, un primer balance del mes de agosto, el más solicitado para las vacaciones, revela que el ramo padece también las consecuencias de la depresión económica, hasta el punto de que muchos hoteleros tildan la temporada como la peor desde que inició el ciclo. En líneas generales, (siempre hay excepciones), el turismo extranjero ha sido el encargado de tirar del carro del negocio, mientras que el estatal se ha detraído considerablemente, según indicaron a Levante-EMV diversas asociaciones y patronales de la hotelería y hostelería en la Comunitat Valenciana.

El resultado no se aleja mucho de los pronósticos, que allá por el inicio de la campaña veraniega auguraban una ocupación cercana al 80% para el mes pasado. Aunque no por muchos puntos porcentuales, la ocupación hotelera ha caído durante el pasado mes respecto temporadas anteriores: en las zonas costeras ha rondado el 90%, mientras que el interior se ha quedado en el 50-60%.

Toni Mayor, presidente de los hoteleros de la Costa Blanca y Benidorm (Hosbec), explicó a este diario que, respecto al número de contrataciones, la segunda quincena del mes mejoró un poco el balance que había dejado la primera, y que, a priori, asustó a los hoteleros. "Antes llegábamos al 98 o 99% de ocupación. Este año habremos rozado el 92%", indicó. "La presión sobre el mercado nacional es muy fuerte. La gente ha venido con el presupuesto muy ajustado, han gastado menos y han estado menos días, por lo que las pernoctaciones han sido más flexibles. La suma de todo es un mantenimiento, más o menos, de la ocupación pero un descenso en la facturación", lamentó Mayor.

Relativamente similares son cifras de pernoctaciones en la provincia de Castelló, donde la patronal de turismo de Peñíscola, principal centro de turístico de la zona, cifra en 92% la ocupación. Si bien es cierto que los hoteles de cuatro estrellas, con mayor número de plazas, han registrado ocupaciones por encima del 97%, los hoteles de categorías inferiores y de menor capacidad han visto descender su ocupación hasta el 80% de media. Eduardo Ferrer, presidente de Seturcas, destaca también el descenso del turismo nacional. "En temporadas anteriores éste representaba el 80%, ahora ha caído en picado", lamenta Ferrer. "Los que han venido han comprado la comida en supermercados", añade.

Verano "totalmente terrible"

Un recorrido por la provincia de Valencia tampoco deja un panorama más alentador. En Cullera, uno de los enclaves más atractivos para el turismo, la ocupación se ha mantenido respecto a 2011, según diversos empresarios de la localidad. Uno de ellos, Jorge Talens, director del hotel Cullera Holiday indicó a este diario que "la gente viene con regímenes de pensión completa, gasta menos y está menos días".

Por ello, el sector de la restauración también se ha visto afectado. Al igual que los hoteleros, los hosteleros han pasado un verano "totalmente terrible". "El turismo en Valencia lo sustenta básicamente el consumo interno, y éste está completamente deprimido, colapsado", explicó José Palacios, vicepresidente de la Federación de Hostelería de Valencia.

Por ello, esta asociación, junto a otros agentes del turismo de la provincia, planean una próxima reunión para analizar con detalle los resultados del balance definitivo de la temporada, que a falta de cerrarse oficialmente, pinta como la peor en los cinco años de crisis.

El Consell invierte 13 millones en más de 180 castillos

Una de las principales demandas de los empresarios hoteleros, sobre todo de la provincia de Castelló, es impulsar y consolidar la oferta cultural. Eduardo Ferrer, de Seturcas, pide más inversión "para fidelizar" a mayor público. "En los pueblos, sin el turismo rural no tienen nada", lamentó. En este sentido, la conselleria de Turismo, Cultura y Deporte anunció ayer que ha realizado una inversión cercana a los 13 millones de euros en los castillos de la C. Valenciana en los últimos años, en los que se ha intervenido en un total de 184 elementos fortificados de 75 poblaciones, de los casi 500 castillos, fortalezas y torres que hay en la C. Valenciana.