Entre las muchas novedades que introduce el nuevo curso escolar en la Comunitat Valenciana está la opción de que los niños puedan comer en el colegio llevando sus alimentos de casa en fiambreras. Sin estar aun publicadas las instrucciones al respecto, la consellera de Educación, María José Català, aseguró ayer que los centros no cobrarán por utilizar el microondas, el frigorífico, la limpieza o la vigilancia a las familias que envíen a sus hijos con la tartera.

El uso de las instalaciones escolares por este concepto será gratuito en los centros públicos valencianos a diferencia de lo que ocurrirá en los catalanes donde se pedirán dos euros.

La consellera insistió en que será decisión del consejo escolar de cada centro permitir la entrada de fiambreras. Será una decisión "legítima" y "la Administración no cobrará nada" indicó.

"En la escuela pública uno de cada dos niños que acuden al comedor está becado" explicó la titular de Educación, quien matizó que, por el contrario, en el caso de los colegios concertados las familias, incluidas las que tienen problemas económicos, "no tienen beca de comedor".

A las críticas sobre la calidad de estos alimentos, ya que el comedor escolar es también un lugar de aprendizaje, Català argumentó que "si se confía en la capacidad de los padres para decidir en la alimentación de sus hijos se confía de lunes a domingo".

Al respecto, la síndica de EUPV en las Corts consideró ayer que los recortes "provocarán diferencias brutales entre el alumnado" y un aspecto es el de las fiambreras. "El tupper generará un clasismo intolerable en las aulas" apuntó.

Plantillas y ratios

Otro de los aspectos que se experimentarán por primera vez este curso es el de la agrupación del profesorado por ámbitos de conocimiento en primero y segundo de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) para facilitar el tránsito entre la Primaria, donde los alumnos suelen tener un único maestro para todas las materias, y la Secundaria, en la que cada asignatura es impartida por un profesor.

En cuanto al profesorado interino en una plantilla global de 50.193 en la enseñanza pública, cuyas cifras difieren entre sindicatos y Administración, la consellera señaló que se prevé contratar entre 700 y 1.000 de los 1.221 que se quedaron sin plaza en las adjudicaciones de julio. Itinerancias, jubilaciones, tiempos parciales o desdobles de grupos serán cubiertos por este colectivo. "La plantilla será este curso muy similar a la del anterior. Todas las voces alarmistas sobre despidos masivos no se producirá", aseguro Català.

Junto a está, ha habido otra polémica entorno a las ratios, ya que el Ministerio de Educación permitió el incremento de alumnos por aula.

La consellera aseguró que baja en Educación Pública Infantil, se mantiene en Primaria y sube menos de 1 punto en Secundaria. Si bien, en la enseñanza concertada sube la ratio en todos las etapas.

Con carácter general no se llega al tope de incremento de ratio establecido por el ministerio este año, que se fijaba en 30 en Infantil y Primaria, 36 en Secundaria y 42 en Bachillerato y FP. Tampoco se llega a la ratio que marcaba la LOE de 25 en Primaria, en 30 Secundaria y 35 en Bachiller, destacó la consellera.

El abandono escolar desciende un 1,8

La disminución del abandono escolar temprano en la Comunitat Valenciana, que pasa del 29,2 en 2010 al 27,4 en 2011, fue uno de los aspectos en los que la consellera de Educación, María José Català, se mostró ayer más satisfecha.

El porcentaje de población de 18 a 24 años que no ha completado la Secundaria y no sigue otra formación es, de media, en España del 26,5. Europa demanda rebajar el dato en diez puntos para 2020.

"Hemos experimentado un descenso de la tasa de 1,8 puntos, según datos que publicará próximamente el Ministerio de Educación. Esperamos que esta cifra siga mejorando gracias a nuestro Plan de Lucha Contra el Fracaso Escolar" apuntó Català.