El primer día de clase en la Comunitat Valenciana fue ayer especialmente complicado para alumnos de Infantil y Primaria que no viven a 3 kilómetros de distancia en línea recta del colegio público. La Conselleria de Educación aplica este curso la medición sin tener en cuenta los obstáculos propios (vías de tren, autovías, acequias) con lo que muchos escolares de pedanías o urbanizaciones se han quedado sin tener derecho a este servicio.

Éste es uno de los efectos de los recortes y los ajustes en el sistema educativo valenciano, como ayer puso en evidencia la Plataforma por la Escuela Pública con protestas a las puertas de centros.

Familias de estudiantes de pedanías como El Pontón en Requena; Poble Nou, Borbotó y Carpesa con el colegio en Benifaraig en Valencia, algunas en Elx, Orihuela, TorreviejaLa Vila Joiosa, y de urbanizaciones de Chiva o de las 34 existentes en la Pobla de Vallbona se enteraron esta misma semana de que el autobús escolar no pasaría por la parada. En esta última localidad, decenas de padres colapsaron el centro de la población al llevar a sus hijos con el coche propio y tocaron el claxon en protesta, por lo que algunos fueron multadas por la policía municipal.

La conselleria ha anulado o reagrupado este curso 135 rutas, el 19 %, ya que en el 2011/12 había 710 y para éste anuncian 576 (295 en Primaria), con la consiguiente crítica de la Confederación de Padres de Alumnos Gonzalo Anaya. También la diputada de EUPV, Esther López, señaló que la supresión de estos autobuses, "ha impedido que muchos alumnos discapacitados no puedan empezar las clases".

Desde Educación indicaron ayer que destinan mas de 60 millones de euros para el transporte, del que se benefician más de 51.000 alumnos, parte de ellos con ayudas directas que oscilan entre los 261,55 euros y los 613,13 euros anuales.

Sin embargo, la conselleria destacó ayer del comienzo del curso, plagado de novedades, para los 471.500 alumnos de Infantil y Primaria la "total normalidad", ya que "únicamente el 0,9 por ciento de los 992 centros de la red pública, es decir 9 centros, se ha visto afectado por algún tipo de incidencia menor que en la mayoría de los casos ya se ha resuelto o se resolverá en el menor tiempo posible. Estas cifras suponen un descenso respecto al curso 2011-12, en que el porcentaje de incidencias registradas fue del 1%" indicaron fuentes oficiales.

Bien distinta es la opinión del STE y de la FAPA. El sindicato destacó que solo el 39 % de los centros tienen la plantilla docente completa y les falta cubrir bajas de maternidad o especialidades por lo que se registra un profesor menos cada dos colegios; un 30 % tiene mas alumnos que el curso pasado y en el 31 ha disminuido mientras que el 27% asegura tener las ratios por encima de 25 niños por grupo mientras que un 27% informa de deficiencias en las infraestructuras. Los padres reivindican, por su parte, que se invierta en construcciones en la escuela pública para eliminar las 800 aulas en barracones y cuestionan el uso de fiambreras por los escolares.