La oficialización de la posibilidad de gestionar un servicio de comedor con tarteras traídas desde casa por los propios niños en los centros educativos públicos ha caído como un jarro de agua fría entre los gestores de los colegios de Primaria. Con las becas del año pasado aún sin pagar -la deuda supera los 4 millones de euros- los directores rechazan una iniciativa que "solamente nos puede traer problemas".

Así lo confirmó ayer a Levante-EMV Vicente Ripoll, presidente de la Asociación de Directores de Primaria de la Comunitat Valenciana. El portavoz comentó que "desde que Maria José Catalá lanzara un globo sonda sobre este proyecto en verano, he comentado el tema con muchos directores y no conozco a ninguno que se muestre a favor. Ahora, en el Consell han cambiado de opinión y dicen que van a pagar una tasa de 1,45 euros por niño que utilice el servicio. Mucho me temo que en próximos días o semanas nos encontraremos con un endurecimiento de las becas de comedor de este año -subirán los puntos necesarios y darán muchas menos- para que los padres se vean forzados a aceptar este nuevo experimento de la Generalitat".

Ripoll realizó un amplió análisis económico del futuro servicio: "si cogemos como muestra un grupo de 20 alumnos para intentar que sea rentable, nos encontramos con un montante global de 638 euros de subvención. Un monitor ya cuesta 800 euros al mes y en algunos casos habrá que comprar el equipamiento necesario -nevera, microondas, etc-. Los números ya no salen en un principio. Con más estudiantes hablaríamos de dos o más profesionales contratados y la situación sería peor. No le encuentro sentido alguno. Las cosas se ven muy fáciles desde un despacho, pero la realidad es diferente".

Aunque el portavoz de los directores también alegó otros motivos y expuso que "los comedores reciben al año entre dos o tres visitas de un inspector de Sanidad como mínimo y todo el personal tiene el carnet de manipulador de alimentos. ¿Quién regulará la comida que entra? ¿Quién será el responsable si hay una intoxicación alimentaria entre los pequeños?".

Por último, también destacó la inexistencia de un calendario de pagos de las tasas. Ripoll comentó que "las instrucciones de comedor del año pasado sí las tenían. Como ahora nunca cumplen el plazo...".

Gabilondo pide diálogo para la reforma educativa

El exministro de Educación Ángel Gabilondo rehusó ayer valorar el anteproyecto de ley de reforma educativa presentado por el Gobierno, aunque sí pidió al departamento dirigido por José Ignacio Wert que aborde esta cuestión "por la vía del consenso, del diálogo, del acuerdo y de la participación" de todos los agentes implicados. Así se pronunció el socialista tras la reunión del Consell Nacional de Educación del PSPV, que él mismo preside. Consultado sobre al estado de la educación en la C. Valenciana, tras las protestas de inicio del curso universitario, el exministro comentó que "no vengo a salvar a Valencia de nada ni vengo a decir a los valencianos lo que deben hacer".