Los socialistas afrontan el debate de política general con un hándicap que ya es un clásico: El líder del partido, Ximo Puig, no protagonizará la intervención del PSPV al no tener escaño en las Corts, sino que lo hará Antonio Torres, el síndic socialista, que sustituyó a Jorge Alarte, candidato en las elecciones de mayo de 2011 y que dejó el puesto tras perder el congreso en marzo. Es una distorsión que se repite en el pasado reciente del PSPV. En 2000, el secretario general era Joan Ignasi Pla pero el síndic era el propio Puig, quien lidió con los debates hasta 2002. La legislatura de 2003 ya la protagonizó Pla pero su dimisión en el otoño de 2007 dio paso a Alarte. Tampoco tenía acta en las Corts. En su lugar, hasta 2010, Ángel Luna asumió el debate.

Sin embargo, a diferencia de los binomios precedentes, la simbiosis entre Puig y Torres es casi perfecta. Tanto que, a diferencia de Alarte, Puig sí asistirá al debate desde la tribuna de las Corts. El síndic, que ha ganado confianza en el puesto, ha asumido su labor de transmisor de las propuestas del PSPV y del secretario general. Ni aspira ni le quita protagonismo, como le ocurrió a Alarte, solapado a menudo por Luna.

Así, Puig, por boca de Torres, quien cerrará su discurso con el exalcalde de Morella, trasladará la necesidad de «reconstruir» la C. Valenciana tras 17 años de ejecutivos del PP que se han saldado con el fracaso de un modelo basado en el ladrillo y los grandes eventos. Un modelo, a juicio de los socialistas, ruinoso, que conlleva ahora una factura más elevada para los valencianos en forma de sacrificios. «Otras comunidades con la misma financiación que la valenciana están mucho mejor», avanzó ayer Torres, para quien urge «un cambio de rumbo». Para el PSPV, hay alternativa a las políticas solo de recortes, basada en medidas de reactivación de la economía y que no hagan descansar en los colectivos más desfavorecidos la factura de la recesión. ¿Reclamará a Fabra la convocatoria de elecciones para cambiar las políticas? Es una de las incógnitas de la estrategia del PSPV.

Otro pilar del discurso será la defensa de la autonomía, frente al intento de sectores del PP de arrinconarla, como un instrumento potente para salir de la crisis. El autogobierno no es el problema, sino los malos gobernantes, sostienen los socialistas, que recriminarán a Fabra su «total y absoluta sumisión» a Madrid desde que llegó Rajoy a la Moncloa. Y ello pese a que muchas decisiones han perjudicado a la C. Valenciana, como en la financiación y el Corredor Mediterráneo. La foto de Fabra con Blasco y otros implicados en casos de corrupción pondrá en bandeja a Torres la exigencia de una «regeneración democrática».