"Para los recortes sí hay igualdad, ¿verdad?" cuestionaba ayer Pablo Cervera García, de 29 años, afectado desde los 12 años con una Ataxia de Friedrich o, para entenderlo, con un enfermedad neuromuscular degenerativa que le apareció repentinamente a los 12 años . "No somos iguales, pero a la hora de bajarnos los pantalones si lo somos y la poca ayuda que tenemos (2 horas al día en su caso) nos la quieren reducir aún más".

Una veintena de ciudadanos con grave discapacidad física se concentraron ayer en la Plaza de la Virgen de Valencia para pedir que se mantenga el servicio íntegro que se presta desde el programa de Fomento de Autonomía Personal, una iniciativa de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) que nació hace una década financiada por Bienestar Social y que está en el ojo del huracán de los recortes al anunciarse un ERE para la mitad de los empleados que levantan, acuestan, ayudan en el aseo y en cualquier gesto cotidiano a 48 personas con discapacidad en Valencia.

Solo dos horas al día

"Es un problema muy grande porque los asistentes personales son nuestros pies y nuestras manos, dependemos de ellos para todo, para nuestro bienestar, higiene personal... para todo", recalca Carmen Maupoey, de 45 años, con parálisis cerebral y un intelecto que, como a todos ellos, le funciona de miedo.

Pablo cuenta que cómo solo le iban dos horas al día había que hacerlo todo con una organización demencial para dejar las cosas lo más a mano posible. "Tienes que anticiparte 48 horas a tus deseos personales y eso -indica- está fuera de la capacidad humana normal".

Mari Carmen Luján, de 46 años, y afectada con parálisis cerebral (nació con tres vueltas de cordón y casi muerta) que le ha afectado a la coordinación motora afirma que estos recortes, "son vergonzosos" y que a Bienestar Social no le interesa el colectivo de discapacitados. Aunque no puede comer sola, ni desplazarse y se esfuerza al máximo para hacerse entender (y lo consigue), Mari Carmen Luján luce en el lateral de la silla de ruedas un cartel del que está orgullosa porque la identifica como distribuidora de la marca de cosmética Avón. Aún así, asegura que necesita ayuda las 24 horas, no una hora...".

"No entienden -expresa Mari Carmen- que somos personas dependientes para toda nuestra vida cotidiana, levantarnos, acostarnos, ir al baño, a la ducha...".

Vicente Valero, por su parte, afirma que el Consell y Cocemfe tienen que ponerse de acuerdo, "porque tienen que asegurar que todos los valencianos podamos levantarnos todos los días de la cama".