Los presupuestos del Estado para 2013 y las últimas liquidaciones del modelo de financiación autonómica ahondan todavía más en la discriminación de la Comunitat Valenciana tanto en el reparto de las partidas marcadas desde Madrid para las grandes inversiones pendientes como en la distribución de recursos destinados a que la Generalitat pueda financiar sus competencias, entre ellas el grueso del Estado del Bienestar: Educación, Sanidad y Servicios Sociales.

Las aportaciones del Gobierno, de hecho y durante la última década, se han mantenido casi todos los años por debajo de la media del resto del Estado en inversiones y en financiación, algo que, sin embargo, esta misma semana el jefe del Consell, Alberto Fabra, fue incapaz de reivindicar durante la conferencia de presidentes autonómicos. «No es el momento», vino a decir plegándose a las órdenes de la dirección del PP para intentar ofrecer imagen de unidad de cara al resto de Europa.

Desde que arrancó la crisis económica en 2008, los datos de la inversión del Estado en la Comunitat Valenciana no han dejado de caer, como se puede apreciar en el cuadro que acompaña este informe, hasta quedar en cifras parecidas a las de la década de los 90.

Los tres últimos presupuestos elaborados por el Ejecutivo socialista de Zapatero „arrastrados en gran medida por la finalización de infraestructuras como la culminación del AVE a Valencia o la finalización de la nueva terminal del aeropuerto de Alicante„ ya fueron de ajuste con un recorte de la inversión cercano a los 780 millones de euros, unos 130.000 millones de las antiguas pesetas.

El desequilibrio inversor, sin embargo, se ha acentuado en los dos presupuestos que el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, en el poder desde noviembre de 2011, ha elaborado en el año que apenas lleva de mandato. El descenso de la inversión para Valenciana alcanza la friolera de 887 millones de euros. Desde el año 2008, los valencianos han perdido el 75% de la inversión pública del Estado en las tres provincias.

En la recta final del mandato de Zapatero, los populares de la Comunitat Valenciana pusieron en su diana al ejecutivo socialista por esa discriminación en la distribución de fondos. Ahora, sin embargo y más allá de la pataleta en público de Fabra el pasado lunes en Alicante para salvar la cara, el Consell no se atreve a exigir una distribución equitativa.

Un escenario similar

Antes hablaban de un perjuicio insalvable para la Comunitat y de antivalencianía. Ahora, sin embargo, la Generalitat se envuelve en la banda de la «responsabilidad» para justificar su silencio y ofrendar nuevas glorias a Mariano Rajoy, al que Fabra le debe que su gobierno no se sumergiera en el temido «default» con inyecciones extraordinarias de fondos para poder saldar deudas con las entidades financieras.

Tampoco es mucho mejor el panorama de la financiación autonómica, el dinero que el Estado transfiere a las comunidades para que puedan ofrecer los servicios que les corresponden por ley. La liquidación del sistema correspondiente a 2010, la última disponible, evidencia el alcance del agravio. Los 1.145 millones que la Generalitat dejó de recibir en 2010 al no contar con los mismos recursos per cápita que la media elevan a 8.926 millones la deuda histórica del Estado con los valencianos desde 2002, tras la actualización del informe que el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas realizó para la Asociación Valenciana de Empresarios.

El periodo incluye los siete años en que estuvo vigente el modelo de financiación aprobado durante la etapa de Aznar y los dos primeros del sistema impulsado por Zapatero. La valenciana lidera con diferencia el déficit de financiación en estos nueve años, superando a Madrid (5.376 millones), Canarias (3.754), Andalucía (2.729), Murcia (2.592) y Baleares (1.671).

En cambio, han gozado de un plus de recursos al disponer de una financiación por habitante por encima de la media Castilla y León (5.197 millones), Cataluña (4.671), Galicia (4.086), Extremadura (2.702), Cantabria (2.464), Aragón (2.412), Asturias (1.310), La Rioja (1.114) y Castilla-La Mancha (1.095). Con este ránking, la Comunitat Valenciana arrastra un déficit en los recursos disponibles por habitante. En mayo, AVE presentó el informe sobre financiación 2002-2009 del IVIE, que arroja un desfase de los fondos de 7.781 millones y lo relaciona con el endeudamiento de la Generalitat, cantidad a la que ahora hay que sumar los citados 1.145 millones. En total, 8.926 desde 2002.