En víspera del 9 d'Octubre, día de la Comunitat Valenciana, y en pleno órdago soberanista lanzado desde Catalunya, la alcaldesa de Valencia Rita Barberá rechazó ayer cualquier intentona que no esté legitimada por las urnas y en un artículo de prensa defiende el "ejemplo de lealtad a España" que representan los valencianos frente a quienes "buscan en la actual debilidad económica una espuria coartada para consumar sus objetivos secesionistas".

Hasta dos frentes distintos utilizó, por tanto, la alcaldesa para fijar posiciones en este sentido, prueba de la meditación que precedió a sus andanadas. En el artículo de opinión firmado de su puño y letra presenta a los valencianos como "ejemplo y referente de lealtad y de servicio a España en las duras y en las maduras", demostrando, dice, que "creemos firmemente que juntos somos más fuentes, que nos sentimos pieza esencial de una gran nación democrática basada en la diversidad y en el autogobierno de sus comunidades autónomas".

Lamenta, por tanto, que "en un momento de extraordinaria convulsión económica y social, algunos aprovechen para lanzar sus provocaciones, sus órdagos al estado democrático, para buscar en la actual debilidad económica una espuria coartada para consumar sus objetivos secesionistas".

Luego, en declaraciones a los medios tras asistir a la lectura del Acta del Traslado de la Senyera, la alcaldesa apeló a la "responsabilidad" democrática y precisó que "no valen peticiones de referéndum fuera de las urnas".

Refiriéndose al 9 d'Octubre, Rita Barberá habló de "día de reivindicación en el que nos sentimos orgullosos de ser todos los valencianos un pueblo, parte de una nación muy grande y muy importante, la primera nación europea, que es España". "Y en un momento de dificultad económica más todavía", agregó Barberá, quien considera que ese contexto "indica el camino de estar todos juntos y creyendo en las posibilidades de nuestro pueblo, de nuestra tierra, y en la capacidad de nuestro tejido empresarial, de nuestros emprendedores y de todos los valencianos de ir adelante".

Fabra y las señas de identidad

Por su lado, el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, reivindicó con orgullo las señas de identidad valencianas "dentro de un conjunto como es España" y sin "competir con nadie". Durante la recepción de la Senyera (1928) restaurada por el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (Ivacor), definió el 9 d'Octubre como el "gran día" de "todos los valencianos", una fecha para reafirmarse como pueblo y mostrar "con orgullo" la señas de identidad propias.

"Desde la normalidad, podemos defender nuestras señas de identidad, dentro de un gran proyecto pero sobre todo con una identidad clara que nos hace diferentes a los demás. No queremos competir con nadie, queremos defender lo nuestro y que se nos conozca como somos", declaró.

En su opinión, "conocer esas señas, tener un vínculo estrecho con ellas y tener una identidad propia es lo que nos permite mantener ese orgullo como pueblo, leal a España y sobre todo comprometido con sus tradiciones y con sus creencias". En este sentido, Fabra dijo que la Senyera exige un "compromiso" para "seguir defendiendo lo nuestro, mostrando cómo somos, como un pueblo con muchísima historia y con un gran sentimiento compartido por todos y que hace que los valencianos nos podamos sentir orgullosos de lo que somos".