Unos 200 simpatizantes de España 2000, menos que en otras ocasiones, recorrieron ayer las calles de Valencia durante la manifestación del Día de la Hispanidad. El recorrido, que empezó en la Plaza de España y terminó en la Plaza de la Virgen, estuvo jalonado de cánticos contra los independentistas catalanes, los "rojos" y los inmigrantes.

La manifestación terminó, bajo una intensa lluvia, en la Plaza de la Virgen, donde el presidente de España 2000, José Luis Roberto, criticó las autonomías. Además, en alusión a otras ocasiones en que los manifestantes han portado antorchas, aseguró que las apagarán "en los cimientos del Palau de la Generalitat". "Crearemos un nuevo amanecer dorado", destacó, y terminó lamentando que Artur Mas "dé dinero a Eliseu Climent para que convierta la C. Valenciana en Cataluña del sur".