La oposición en las Corts arremetió ayer contra el exconseller de Solidaridad y diputado del PP, Rafael Blasco, tras declarar el jueves durante nueve horas ante la juez que instruye el caso Cooperación. El secretario general del PSPV, Ximo Puig, tildó de "lamentable" el "rosario" de casos de corrupción que se encuentran en proceso judicial en la Comunitat Valenciana y que hacen, a su juicio, que corrupción y PPCV "sean la misma cosa".

Puig recordó a Blasco que "chorizo se pronuncia igual en catalán que en valenciano", en referencia al intento de Blasco y su abogado de poner en duda las transcripciones de los pinchazos que lo incriminan porque fueron transcritas al catalán normativo. El secretario general del PSPV criticó la "crisis de corrupción sistémica" que padece la C. Valenciana y recordó que el presidente de la Generalitat y del PP, Alberto Fabra, "dijo que iba a ser intolerante con la corrupción" y ahora "quiere que los jueces le hagan el trabajo que es incapaz de hacer".

La diputada de Compromís Mireia Mollà afirmó que es "un insulto a la inteligencia" que Blasco plantee la nulidad de las conversaciones por la traducción de las transcripciones. Mollà apuntó que "no era difícil suponer, conociendo al personaje", que la estrategia judicial de Blasco consistiría en "desacreditar las investigaciones llevadas a cabo sobre la trama corrupta en la cooperación valenciana alegando errores de forma".

"No tiene respuestas"

La diputada de Compromís consideró que Blasco, "de nuevo", vuelve a ampararse en un supuesto error de forma que hace que "tenga hoy más validez que nunca el hecho de que es incapaz de dar respuesta a las cuestiones por las que está imputado", si el dinero llegó efectivamente a la cooperación internacional o, "como demuestran todas las pruebas, la trama a la que pertenecía el exconseller desvió los fondos". "¿Si el señor Blasco tenía tantas ganas de declarar por qué no aparta de su estrategia los temas meramente formales y entra al fondo de la cuestión?", se preguntó Mollà.

En la misma línea, la diputada de EUPV en las Corts, Marina Albiol, declaró que "si el único cartucho que le queda a la defensa de Blasco es la tontería del catalán normativo, el ex portavoz del PP lo tiene crudo". Albiol señaló que a Blasco "sólo le queda la opción de dinamitar las escuchas telefónicas de la policía, lo cual indica hasta qué punto está metido en la presunta trama". Para la parlamentaria , el exconsejero y exsíndico del PP en las Corts está transmitiendo una "imagen deplorable y lamentable de las instituciones democráticas valencianas".

Albiol instó al imputado Rafael Blasco a abandonar su escaño de las Corts, "porque los ciudadanos lo han votado y lo han elegido para que los represente y no para que un día de Pleno tenga que declarar en calidad de imputado por un gravísimo caso de corrupción que tendría que causar una vergüenza monumental en el PP valenciano". "Desgraciadamente, el PP valenciano no conoce la vergüenza", añadió.