El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, defendió ayer la función que ejercen estas instituciones para los ayuntamientos y aseguró que si las corporaciones locales trabajaran con la que él preside, el coste del agua se podría reducir un 33 por ciento. Durante "Los Desayunos de la Agencia EFE" en el Hotel Las Arenas de Valencia, Rus reconoció que no ha llegado a creer en el papel de las diputaciones hasta que las ha conocido, pero ahora ve que mantienen servicios que un ayuntamiento pequeño no puede asumir, aunque también cree que hay algunas cosas "desfasadas".

"La mayoría de ayuntamientos vive en estos momentos de la gestión que hace la Diputación en base a la recaudación", aseguró Rus, quien señaló que el departamento de recaudación de esta institución tiene incluso que adelantar dinero a muchos municipios para que puedan pagar las nóminas. También defendió la Central de Compras como un instrumento que además de permitir un precio más bajo, genera "mucha agilidad" pues evita a los ayuntamientos tener que realizar todo el proceso de sacar a concurso un servicio, que es "muy costoso", y únicamente tienen que tener "la cantidad para pagar".

Rus declaró que en la Diputación aplica el mismo "rigor" que en el Ayuntamiento de Xàtiva, del que es alcalde desde hace diecisiete años, basado en la máxima de "tanto tengo, tanto gasto", algo que le está dando resultados puesto que la institución provincial tiene un superávit de 40 millones de euros. Apostó por la colaboración público-privada para hacer "más rentables" las empresas públicas, así como por cobrar a los ciudadanos determinados servicios para poder mantenerlos.

A su juicio, los impuestos deben servir para "mantener lo básico" y para pagar la construcción de infraestructuras o instalaciones, pero quien las utiliza tiene que pagar su mantenimiento porque si lo hace el Ayuntamiento, significa que finalmente "pagan los que no van".

Rus también confirmó que cederá a la Administración autonómica las competencias que quiera, pero ha considerado que primero deberá tener dinero para asumirlas porque "si la Generalitat lo pasa mal y no puede soportar su estructura, ¿Cómo va a cargarse estas competencias?".

"Estoy receptivo, a mí que me pidan y yo cederé sin problemas", expresó al tiempo que indicó que en estos momentos los ayuntamientos lo están "pasando mal", en parte, por la deuda que la Generalitat tiene pendiente con ellos.