La Generalitat contará en 2013 con 1.000 millones menos de presupuesto en las arcas para gestionar la Comunitat Valenciana. "2013 seguirá siendo un año de recesión, aunque será más suave que este año", con esta premisa ha sido presentado esta mañana el anteproyecto de ley de los Presupuestos Generales de la Generalitat para el próximo años, presentado por el conseller de Hacienda, Jose Manuel Vela en rueda de prensa junto al vicepresidente del Consell, José Císcar.

El presupuesto presentado contempla una reducción respecto de 2012 del 9,08%, quedando en 13.940,45 millones de euros (alrededor de 1.000 millones menos que en el ejercicio anterior), donde la inversión se reduce en un 42,1 %. El total de ingresos disminuirá un 7,1 %, por un descenso de los ingresos tributarios y de las entregas a cuenta por el modelo de financiación autonómica, que caen 170 millones.

A este respecto el conseller Vela ha reconocido que "se trata de unos presupuestos pensados para ganar liquidez, elaborado para cumplir con el objetivo de déficit y enmarcado en el plan de reequilibrio". Sin embargo, ha defendido que son "unos presupuestos pensados para salir de la crisis, caracterizados por la austeridad, ser realistas y sociales, comprometidos con loas personas". Así, ha defendido que la principal partida de la Generalitat irá destinada a gasto social (88,9 % del gasto total no financiero del presupuesto) y que comprende las áreas de Sanidad (38,8 %), Educación (32,1 %) y Justicia y Bienestar Social (7,4 %).

El balance presupuestario estima un déficit de 717 millones que el Consell prevé cubrir con emisión de deuda, lo que supondrá un endeudamiento del 0,7 %, el máximo permitido por el Gobierno para el próximo año. "El año que viene el Gobierno dispondrá, como ya ha anunciado, un nuevo mecanismo, similar al FLA, que permita a las comunidades autónomas financiarse", ha garantizado Vela. En 2014, esta emisión deuda se verá reducida al 0,1% del presupuesto, cuando entre en vigor el nuevo reglamento previsto por la Unión Europea. En este sentido, los gastos financieros aumentan un 51% hasta los 821 millones.

Por su parte, la deuda de las empresas públicas, absorbida por Generalitat tras la reestructuración del sector público, quedará en 4.023 millones de euros.

La consellería que más se reduce es Turismo y Deportes, mientras que la única que ve aumentada su partida es la conselleria de Gobernación. "En cuanto a Turismo, no se trata de matar la gallina de los huevos de oro, pero debemos ser más eficientes y eficaces en la ordenación del Turismo en la Comunitat Valenciana", ha asegurado el conseller.

Císcar ha reivindicado que desde el Consell se han hecho "unos presupuestos realistas que benefician a los ciudadanos para salir de la crisis" y ha asegurado que "dentro de las dificultades estamos comprometidos con las necesidades sociales". "Las administraciones públicas hemos de ser sostenibles", ha reconocido y ha recordado que "no se puede gastar aquello que no se tiene y sobre esta máxima se sujetan estos presupuestos". El vicepresidente no se ha mostrado ajeno a las críticas a los recortes y, aunque reconoce que "puede que el control del déficit no nos saque de la crisis", sí cree firmemente que "nos ayudará a salir de ella".

Desglose por capítulos

Las retribuciones del personal (capítulo I) caen un 6,6 % gracias a las medidas adoptadas en enero de reducción de jornada, interinidades y complementos laborales, mientras que los gastos corrientes de funcionamiento, con un 91,5 % destinado a políticas sociales, desciende un 1,64 % (capítulo II) en términos globales. Los gastos financieros (capítulo III) aumentan un 55,3 % (821 millones) debido, según el conseller, "a la situación de los mercados, el pago a proveedores y la puesta en marcha del Fondo de Liquidez Autonómica".

Finalmente, las transferencias corrientes (capítulo V) caen un 20,5 % gracias a la "política de austeridad emprendida desde la Generalitat" y a su "política muy conservadora, pero que al mismo tiempo persigue la eficacia, en la concesión de subvenciones", mientras que las operaciones de capital (capítulos VI y VII) caen un 20,5 %.