La investigación de la Fiscalía Provincial de Valencia contra la gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) continúa aunque Marisa Gracia haya abandonado el cargo. La Fiscalía abrió diligencias de investigación a finales de 2011 por unas supuestas irregularidades en la adjudicación de los contratos de vigilancia y seguridad de la empresa ferroviaria tanto en Valencia como en Alicante, que presuntamente habría cometido Marisa Gracia en el ejercicio de su cargo. Pese al tiempo transcurrido y aunque la gerente haya dimitido de sus responsabilidades "la investigación sigue su curso y no influye para nada la dimisión", aseguraron a Levante-EMV fuentes de la fiscalía.

Marisa Gracia confiaba en abandonar la empresa con la investigación archivada, aunque no ha podido ser. No obstante, fuentes del entorno de Gracia confían en una inminente decisión en este sentido ya que, explican, desde que la Guardia Civil acudió a las instalaciones de FGV a requerir los expedientes investigados no han vuelto a tener más noticias de ellos.

Los expedientes investigados, y supuestamente amañados, son los correspondientes a los servicios de seguridad adjudicados desde 2007 hasta 2011 en los que se habría cambiado la valoración de las ofertas para beneficiar, presuntamente, a Med Seguridad y Prosegur en el contrato. La primera de estas empresas renunció a la prestación del servicio debido a la deuda que FGV mantenía con ella y que rondaba el millón de euros. Prosegur asumió el trabajo que abandonó Med Seguridad y FGV prorrogó el contrato de seguridad, que debía haberse adjudicado en 2011.

FGV sigue sin facilitar las auditorías

Los seis sindicatos con representación en FGV Valencia han convocado nuevos paros para el mes de noviembre (ver las fechas en el apoyo de esta información) pese a que el próximo lunes se sentarán a intentar negociar con la Conselleria de Infraestructuras. La presidenta del comité de empresa, Alicia Murcia, destacó ayer que todos los trabajadores de FGV se han unido como "una piña" en contra del ERE que podría despedir a unos 400 o 500 empleados de la empresa. Murcia hizo estas declaraciones respaldada por unos 200 trabajadores que protagonizaron una sonora pitada ante la Conselleria de Infraestructuras, e incluso cortaron la avenida Blasco Ibáñez. "El seguimiento de la huelga está siendo "masivo, rondando cerca cerca del 100% lo que demuestra la fuerza, la unión y la solidez de la plantilla de FGV". Y las protestas continúan, pese a la "voluntad de diálogo de la consellera" porque FGV no facilita ninguna de las dos auditorías o el estudio de viabilidad elaborados en los últimos meses y que "nos servirían para hacer propuestas a la empresa que eviten los despidos", asegura Alicia Murcia.