Es el momento decisivo. Vicent se encierra sólo en la destilería de Cambados con la mezcla de naranjas valencianas y orujo. En ese momento, añade los dos ingredientes clave que diferencian el licor de navelate valenciana de las demás bebidas similares. De ahí a la botella y listo para beber.

El hostelero de Benissanó Vicent Rioja guarda como oro en paño la fórmula del licor de naranja Terra Deus. Como si de la receta de la Coca-Cola se tratara, Vicent se cuida de enseñar los dos ingredientes «secretos» que hacen la bebida única. Hasta de sus colaboradores más cercanos, a quienes desaloja de la sala cuando realiza la mezcla. El resto, cuatro años de investigación y mucho esmero, tanto en la producción de las naranjas navelate, como en la fabricación del orujo que se utiliza como base para la mezcla. Un brebaje que le regaló una octogenaria gallega experta en licores.

«Todo empezó en 2007. Tras años en el mundo de la hostelería me planteé cómo era posible que no existiera un licor de naranja. Había de todas las frutas, pero de la más emblemática de los valencianos no se había hecho», explica Vicent Rioja, promotor del producto «gourmet», que ahora triunfa en toda España y otros ocho países, sobretodo en el Norte. Vicente cuenta como estuvo trabajando con la Universidad Politécnica y con ingenieros agrícolas. En uno de sus viajes a Galicia coincidió con una mujer que se prestó a ayudarle en la consecución del brebaje.

El trabajo de la anciana fue tan exhaustivo que llegó a localizar la fórmula de un orujo de naranja que se fabricaba en un convento de Lugo hace 300 años, relata Vicent. El único licor de este tipo descubierto hasta la fecha, y eso que Valencia fue precursora de los aguardientes en su Edad de Oro, el siglo XV.

Vicent cultiva en plena Serra Calderona 37 hanegadas de naranjos de la variedad navelate. «Deben estar alejados de otros campos para evitar plagas y le controlamos la entrada y dosis de agua para obtener un fruto pequeño y casi sin piel. Queremos sacarle el espíritu», explica Vicent, quien asegura que hace dos recolecciones al año. La primera, cuando el cítrico está verde y sólo enseña un leve color anaranjado. La segunda, pasada de maduración para obtener el máximo azúcar y sabor.

Una vez recogidas, Vicent hace un viaje nocturno hasta Galicia, donde se ha asociado con una pequeña destilería familiar para controlar todo el proceso. Allí, las naranjas se introducen en un recipiente con el aguardiente base (1 kilo de cítricos por 3 de alcohol, fabricado también por Vicent) y se maceran entre 200 y 300 días con un añadido de flores de azahar de su campo para mejorar el aroma.

El compuesto se somete a una segunda destilación y se añaden los dos ingredientes secretos, ambos relacionados con la naranja. Vicent distribuye 150.000 botellas de Terra Deus al año. Ahora su objetivo es el licor de mandarina.