Varios estudiantes han entrado esta lunes en el antiguo edificio de Agrónomos en la avenida Blasco Ibáñez de Valencia. Los jóvenes se han encaramado al techado de la puerta, desde donde han colgado una pancarta con el lema «La libertad no se pide, se toma». Posteriormente han subido a la azotea del edificio y han desplegado un gran cartel que lo identifica como la «La casa de la huelga» de cara a la Huelga General convocada para el miércoles. Lo siguiente ha sido abrir ventanas y ponerse a limpiar.

Los miembros de la protesta alegan que "no existen espacios autogestionados" donde reunirse y esperan que el edificio sirva "como punto de confluencia de cada colectivo, asamblea o persona". "Un centro donde realizar charlas, debates o encuentros sin tener que pasar ningún trámite burocrático o económico", reivindican.

Los alumnos reconocen que la ocupación de un edificio "es ir más allá", medida que justifican por lo que entienden que es "una situación límite de opresión" y animan a que el centro se mantenga abierto y ocupado después de la jornada de huelga "durante el tiempo que crean necesario". Miembros de la Policía Nacional se han desplazado hasta el lugar y controlan desde la calle la evolución de la situación.

El edificio se encuentra en desuso desde 2010 cuando los estudiantes fueron trasladados a la nueva Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural, construida en el campus de Vera. La Universidad Politécnica llegó a un acuerdo con la consellería de Sanidad para cederle el edificio hoy ocupado por los estudiantes, para ampliar el Hospital Clínico colindante. Sin embargo, el proyecto jamás llegó a realizarse y el pasado mes de marzo Sanidad renunció al proyecto y devolvió la propiedad de los terrenos a la UPV.