­El transporte de personas por carretera no escapa a los recortes de la Administración autonómica. Líneas en muchos casos deficitarias pero que, sin embargo, suponen el único nexo de unión entre los municipios más pequeños y las capitales de comarcas. Los impagos de las subvenciones públicas prometidas obligan a muchas concesionarias a eliminar los servicios o reducir las frecuencias con el consiguiente perjuicio para los vecinos.

La costera/la canal: Los usuarios se quejan de la falta de promoción de las líneas

Los impagos del Consell han dejado a numerosos vecinos de la comarca de la Canal de Navarrés sin el único medio de transporte público que les unía por la tarde con Xàtiva y, por ende, con Valencia. Un servicio vespertino que se venía prestando cinco días a la semana desde hace años. Las ayudas adeudadas por la Generalitat asfixian a las compañías de autobús comarcales y están detrás de los recortes en una línea que siempre ha sido deficitaria.

Desde la concesionaria se asegura que el cierre es «momentáneo» y se comprometen a restablecer el servicio en cuanto el Gobierno autonómico salde sus deudas con la empresa. No obstante, los usuarios temen que la conexión por carretera entre la Canal y la capital de la comarca siga reduciéndose y no se restablezcan los trayectos suprimidos.

La línea mantiene dos recorridos de ida y dos de vuelta cada mañana, con parada en todos los pueblos de la Canal. Aunque durante el servicio diurno el autobús viaja en ocasiones casi lleno, por la tarde la caída en el número de pasajeros ha sido espectacular en los últimos años. Algunos vecinos lo atribuyen no sólo al uso masivo del coche, sino también a la falta de promoción y a su horario. A todo ello se une que los precios del billete han aumentado progresivamente y la firma ha reestructurado el servicio para tratar de solventar el déficit de explotación que arrastra.

La línea acarrea pérdidas a la concesionaria, aunque la ley obliga a la Generalitat a mantenerla. «Se trata de un servicio básico, pero antieconómico, que se mantiene gracias a la ayuda de la administración», indica el alcalde de Enguera, Santiago Arévalo, quien confía en que con el plan de pago a proveedores, Togsa pueda percibir las ayudas necesarias y reabrir el servicio por las tardes.

La safor: Gandia pretende ahorrar 600.000 € con nuevos trazados

En la Safor, la crisis no ha obligado a eliminar ninguna línea de autobús. En esta comarca, sólo Gandia cuenta con un servicio urbano de concesión municipal. El pasado mes de julio, el gobierno local anunció una remodelación del servicio que consistía en sustituir los autobuses grandes que realizan el servicio de «L´Urbà» por microbuses llamados «urbanet». Además, los jóvenes y los pensionistas, que hasta ahora no pagaban, pasarán a abonar 35 euros al año.

El consistorio remodeló los trazados de varias líneas deficitarias para sacar mejor partido al servicio. Con esta medida se pretende ahorrar 600.000 euros al año en un servicio que pierde millón y medio.

Fuera de la capital, la Mancomunitat de Municipis de la Safor elaboró hace unos meses un informe sobre el estado de las líneas de autobús de esta comarca. El resultado fue demoledor, no sólo por el gran número de deficiencias que encontraron en al menos 50 paradas, sino porque descubrieron un mapa general de este transporte público que más que ayudar a la movilidad entre los distintos municipios, en algunos casos lo que hace es dificultarla.

Entre otros aspectos, el informe revela que el hecho de que sean distintas las empresas que en cada municipio se encargan de gestionar el servicio y la falta de coordinación entre ellas, dificulta los trasbordos a muchos usuarios.

El informe también descubre una preocupante falta de conexión con las paradas de Cercanías de Renfe, uno de los transportes públicos más utilizados por los usuarios. Existen claros ejemplos de ello, como el de Simat de la Valldigna, un municipio en el que sus vecinos se ven obligados a concertar cita previa con la empresa de transportes con 24 horas de antelación para poder desplazarse hasta la estación de Tavernes.

El principal problema, por tanto, es que no ha habido una visión comarcal a la hora de realizar las concesiones de los servicios en cada municipio. Por todo ello, la Mancomunitat de Municipis de la Safor remitió a finales del pasado año este estudio a la Generalitat Valenciana con el objetivo de que se autorizara la creación de una Agencia de Movilidad en la que estarían representadas las empresas concesionarias y las instituciones públicas.

La ribera: Reducen las líneas que unen l´Alcúdia con Valencia

El pasado mes de octubre, el pleno del Ayuntamiento de l´Alcúdia aprobó una propuesta para pedir a la empresa de transportes Tomás Granero, SA, que restableciera las líneas con Valencia. Según el ayuntamiento, la compañía redujo el mes pasado otro servicio, y cada vez es más complicado para los alcudianos viajar al cap i casal. El primer acuerdo plenario pidiendo a la conselleria que actuara en defensa de los intereses públicos de los viajeros data del año 2003. Desde entonces, la situación ha ido a peor, tanto que ahora mismo sólo hay dos viajes a Valencia en días laborables ( a las 7.30 y 9.10 de la mañana), y ninguno en fin de semana.

Según el ayuntamiento, «la empresa está informando a los usuarios de que se ha quitado el último viaje porque la Generalitat ha incumplido los pagos de las ayudas». Incluso apuntan que es posible que el próximo mes se llegue a suprimir el servicio. El consistorio exige a la directora de la Agencia Valenciana de Movilidad que informe sobre los términos en los que se ha modificado la concesión vigente con Autocares Tomás Granero.

Por otro lado, ha quedado paralizada la mejora del transporte en la Vall de Càrcer. En abril de 2009, la Conselleria de Infraestructuras y Transportes anunció la próxima puesta en marcha de un servicio regular de transporte público por carretera en la Vall de Càrcer para, a través de cinco rutas diferentes, unir Antella, Gavarda, Sumacàrcer, Sellent, Cotes, Càrcer, Alcàntera de Xúquer y Beneixida con las estaciones de FGV de Villanueva de Castellón y la de Cercanías de Renfe en la Pobla Llarga para facilitar los desplazamientos a Xàtiva y a Valencia. Sin embargo, este proyecto ha quedado paralizado.

El camp de Morvedre: Las ayudas son insuficientes para rentabilizar los servicios

Las líneas de autobús público en el Camp de Morvedre resisten a duras penas, más allá del transporte urbano que se ofrece en Sagunt. Las subvenciones de la Generalitat para los servicios regulares que discurren en áreas rurales no permiten a la concesionaria, Autos Vallduxense, rentabilizar los itinerarios 310 y 311, que conectan les Valls, Canet d´En Berenguer y Gilet con la capital comarcal.

En el primer caso y según reconoce el gerente de la firma, Salvador Navas, «se mantiene una expedición de ida y otra de vuelta al día con cerca de una quincena de usuarios». « Estamos dejados de la mano de Dios, porque solo hay un autobús que sale a las 7 hasta la estación de Renfe de Sagunt y vuelve a las 20 horas», lamenta el presidente de la Mancomunitat de les Valls, Toni Gaspar.

La vall d´uixó: Menos frecuencias de paso y de pago

En la localidad de la Vall d´Uixó el servicio de autobús urbano ha ido progresivamente disminuyendo sus frecuencias debido a la crisis económica. Primero se suprimieron las tardes, para dejar las mañanas. Desde hace un año el ayuntamiento redujo su aportación a la mitad, con lo que se reorganizaron las dos líneas urbanas existentes, y se redujeron las frecuencias de paso. No obstante, el servicio sigue manteniéndose en la ciudad, pero atrás quedaron aquellos años iniciales en que el servicio era gratuito, justo cuando se instauró hace casi quince años.