Unos 200 vecinos de las localidades afectadas por los incendios del pasado verano en Andilla y Cortes de Pallás han iniciado ya los trabajos de recuperación de las zonas dañadas tras ser contratados por Tragsa.

Los trabajos, que ayer fueron supervisados por la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, y la consellera de Infraestructuras y Medio Ambiente, Isabel Bonig, están dirigidos a proteger el suelo para evitar la erosión. Además de la extracción de la madera quemada y el saneamiento de los árboles que amenazan con caerse, se construyen faginas que retienen el suelo y se reponen infraestructuras dañadas en Llíria y Altura. El coste total de los trabajos de la restauración hidrológico-forestal asciende a 4 millones de euros, que serán aportados al 50% entre ambas administraciones.

Según la delegada del Gobierno, desde el día 5 de noviembre se están incorporando las 200 personas que van a trabajar durante el primer periodo, previsto hasta febrero. En el segundo periodo, hasta el mes de mayo, se contratarán otras 200-250 personas. Sánchez de León aclaró que las nuevas contrataciones se realizarán incorporando a algunos de los 1.000 candidatos iniciales que superaron las pruebas médicas.

Según explicó la delegada, un

95% de los contratados ahora son hombres y el 5% restante mujeres, con edades correspondidas entre los 20 y 60 años. Sánchez de León destacó que "todos ellos han pasado satisfactoriamente el reconocimiento médico correspondiente y han recibido dos jornadas de formación, una teórica, sobre seguridad e higiene, y la otra práctica, sobre manejo de herramientas. Al tercer día se incorporaban a la faena coordinados y supervisados por los técnicos de Tragsa".