La filtración del conseller de Hacienda, José Manuel Vela, al diputado Rafael Blasco, del informe de la Intervención General de la Generalitat solicitado por la juez que investiga el caso Cooperación ha abierto una crisis institucional y situado al presidente Alberto Fabra en un atolladero político, quizás el más grave de su mandato. Está en juego la imparcialidad de la Generalitat (personada en la causa y sospechosa de colaborar con uno de los imputados) y la credibilidad del discurso de Fabra de tolerancia cero contra la corrupción. La crisis afecta además a un conseller clave en pleno debate en las Corts de los presupuestos de 2013. En medio de una crisis financiera y de liquidez sin precedentes que tiene en jaque a la Generalitat y mientras se negocia con Madrid para poder pagar a los proveedores, la caída en desgracia del titular de Hacienda es una fatalidad.

La comparecencia ayer del vicepresidente del Consell, José Císcar, en la rueda de prensa posterior al pleno evidenció que el jefe del Consell está un callejón sin salida. Císcar tuvo que dedicar más de 45 minutos a responder a los periodistas y sudó tinta para defender la posición del Ejecutivo. La conclusión de las respuestas de Císcar, algunas de ellas evasivas, evidencian que el Consell está tratando de ganar tiempo mientras medita cómo salir del trance. La opinión generalizada entre los propios dirigentes del PP es que no tendrá otro remedio que sacrificar a Vela al margen de cómo evolucione la investigación encargada por la jueza para determinar si se cometió o no un delito de revelación de secretos.

El conseller asegura ahora (después de haber negado a este diario haber pasado papel alguno a Blasco en el pleno) que hizo llegar al exsíndico del PP su discurso sobre los presupuestos y que es rotundamente falso que le facilitara el informe judicial. El vídeo oficial de las Corts que registra el trasiego de papeles y las fotografías que Levante-EMV tomó y publicó en exclusiva, así como otras imágenes aportadas posteriormente por otros medios de comunicaciónponen en solfa la versión del titular de Hacienda. Aun así y mientras Fabra toma una decisión, Císcar intentó arropar a Vela al asegurar que "no tiene por qué dudar" de sus palabras. Ahora bien, admitió la "gravedad de los hechos", si finalmente la juez imputa a Vela por revelación de secretos.

La comisión de investigación anunciada por Fabra el pasado miércoles fue la tabla de salvavidas a la que se agarró. El vicepresidente aseguró que la Generalitat era la primera interesada en averiguar lo ocurrido y mantuvo que actuará "con la máxima celeridad". Eso sí, pidió tiempo porque el anuncio se había hecho tan sólo 48 horas antes por lo que "no ha tenido tiempo de ponerse a funcionar" e insistió en que había que esperar a las conclusiones antes de tomar una decisión y "depurar responsabilidades", si las hubiera. La investigación interna, precisó, tratará de determinar "si hubo filtración". Aseguró que se tendrían en cuenta también las imágenes del pleno y, además de a las palabras de Vela, también se daba valor a las fotografías y al trabajo periodístico.

Ahora bien, sobre la composición de la comisión fue impreciso. Dijo que sería de carácter administrativo y apuntó que se buscaría el órgano "adecuado" que podría ser la Abogacía de la Generalitat o la propia Intervención. Advertido de que el organismo de control interno es parte afectada ya que el documento está atribuido al interventor general, Salvador Hernándiz, obvió la cuestión. Interrogado sobre quién sería el responsable político, manifestó que todo el Consell. Císcar admitió que dos días después del escándalo todavía no se habían pedido explicaciones a Blasco. Se justificó en que "a veces" para hablar con las personas primero hay que tener una información y añadió que "en su momento" se hablará con él para saber si el documento le llegó de Generalitat o del juzgado.

Sobre la depuración de responsabilidades políticas, mantuvo que "cada cosa a su tiempo" y no quiso elucubrar sobre si una imputación a Vela por revelación de secretos supondría su destitución. Aseguró, no obstante, que las consignas de Fabra contra la corrupción siguen intactas. Sobre una inminente remodelación del Consell, Císcar dijo que compete a Fabra.

La Generalitat podría personarse si la juez abre una causa por revelación de secretos

El vicepresidente del Consell aseguró que sería un escenario muy probable que la Generalitat acabara personándose si finalmente la juez del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana que investiga el caso Cooperación abre una pieza separada por la revelación de secretos. La Abogacía de la Generalitat ya está personada en la causa por el saqueo de los fondos al Tercer Mundo en la que está imputado Rafael Blasco, ya que se considera parte perjudicada. También sería perjudicara si se probara que hubo revelación de secretos al filtrarse un documento que sólo debía tener el juzgado y que la Generalitat estaba obligada a custodiar y guardar secreto sobre el mismo. Desde que estalló el escándalo la única luz en el túnel que ve el PP es que el documento del interventor hubiera estado ya en poder de las partes cuando Vela se lo entregó a Blasco. Sin embargo, esta hipótesis parece poco probable por una razón evidente. Si Blasco hubiera podido tenerlo por su propio abogado, difícilmente la jueza habría encargado investigar el caso.