­Para hablar del estereotipo de la «España Seca y la España húmeda» no hace falta confrontar Almería con Galicia o Girona con Tarifa. Basta recorrer 30 kilómetros de carretera en la Comunitat Valenciana para constatar la brutal variación climática— sobre todo en precipitaciones— que existe entre las poblaciones expuestas a los vientos de «gregal» o levante y las situadas al otro lado de las montañas en las que cada otoño se estrellan las nubes cargadas de humedad.

Pese a ser un hecho conocido por geógrafos y meteorólogos, sorprende saber, y es solo un ejemplo, que en lugares de la Safor y de la Marina Alta llueve algunos años más que en la gallega y muy verde ciudad de Ourense.

Así, los registros acumulados ya en el último año —del 16 de noviembre de 2011 al 14 de noviembre de este año— en lugares como la Vall de la Gallinera o Adsubia, con 1.229 y 1.452 litros respectivamente, nada tienen que envidiar al de las capitales del norte de España.

El factor orográfico

El relieve, la exposición de los valles a los vientos húmedos del mar y la dirección de estos vientos son los factores que marcan las acusadas diferencias espaciales de la precipitación.

José Ángel Núñez Mora, jefe de la sección de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología en Valencia (Aemet) explica que el factor geográfico es esencial en el clima valenciano. Pone como ejemplo la ciudad de Valencia, «donde las precipitaciones serían un 20 % inferiores a las normales» si no existiera el relieve que forman las sierras de Espadán-Calderona, la de Chiva o la de Corbera más al sur.

José Ángel Núñez pone como ejemplo, las islas Columbretes. Y explica que aunque solo están a 100 kilómetros al nordeste en línea recta de Valencia «tienen una precipitación media de 350 l/m2, un 22 % inferior a la de la ciudad y a la de otras localidades del litoral del Castelló». La diferencia es que a las Columbretes le faltan montañas que hagan de parapeto y retengan las nubes cargadas de humedad.

Hacia el sur el fenómeno se dispara. La media anual en Valencia es de 454 l/m2. En Sueca, con la sierra de Corbera a sus espaldas, la media se eleva a 601 l/m2 y más al sur, «donde existen elevaciones de hasta 1.000 metros a escasos 15 kilómetros de la costa (el circo de la Safor), la precipitación media anual supera los 800 l/m2, un 75% de la de la capital», explica José Ángel Núñez. Meteorólogos y aficionados a esta ciencia aluden a la zona, sin ánimo de ofender, como «el orinal», el lugar donde siempre descarga la lluvia.