Aena, el ente público que gestiona los aeropuertos, ha comenzado los trabajos para desmontar las viejas pasarelas telescópicas que daban acceso directo a los aviones en la antigua terminal del Altet en Alicante, y que han acabado para el mercado de la chatarra tras concluir su vida útil.

Aena desmantela las viejas infraestructuras y, de paso, el proyecto incluye el repintado de toda la zona de plataforma de estacionamiento de aviones para facilitar las operaciones a las compañías aéreas que quieran operar en el aeródromo alicantino sin necesidad de utilizar las 16 pasarelas de última generación instaladas con motivo de la ampliación del aeropuerto.

Infraestructuras cuya obligación de uso -Aena reitera que por razones de seguridad- generaron el conflicto con Ryanair, la aerolínea que más pasajeros mueve en Alicante y que, por ello, ha reducido casi a la mitad sus operaciones en la nueva terminal.

Aena ha movido ficha desde entonces y, además de abrir la posibilidad de embarcar a pie a todas las compañías, ahora ha comenzado los trabajos para pintar las nuevas zonas de parking que estarán operativas una vez desmontadas las pasarelas (fingers). En total, unos 30.000 metros cuadrados nuevos donde se permitirá el estacionamiento de los aviones. Las aerolíneas no pagarán por utilizar la pasarelas, pero sus pasajeros deberán acceder a la terminal en autobús, un medio tradicional que es mucho más barato.

El conflicto de las pasarelas ha provocado que Ryanair, la compañía de bajo coste líder en Alicante, haya reducido a la mitad sus vuelos en el aeropuerto durante la temporada baja. En concreto, hasta el próximo abril opera 82 enlaces semanales, por los 136 del invierno 2010/2011. El Altet permite operar a pie unos 600 vuelos al mes, de los que el 90% son de Ryanair y el resto se los reparten Air Nostrum, cuyos aviones no pueden utilizar pasarelas y, esporádicamente, Easyjet. La compañía inglesa Jet2.com, con ocho destinos directos entre Alicante y el norte de Inglaterra, ya ha manifestado que también prefiere cargar sus aviones a pie.

Posibilidad que a partir del desmantelamiento de las viejas pasarelas va a abaratar parte de los costes de la aerolíneas en El Altet al generalizar el denominado "embarque en remoto". No obstante, el problema con Ryanair tiene difícil solución.

Pese al apoyo que ha recibido la compañía aérea de los hoteleros e, implícitamente, de la propia patronal de la Comunitat Valenciana, el diseño de la nueva terminal de El Altet no se hace cómoda para la compañías de bajo coste, que controlan el 80% del tráfico aéreo en Alicante. El edificio procesador cuenta con 16 pasarelas y la única forma para que los pasajeros de una aerolínea pudieran acceder a la terminal caminando sería retirarlas, ya que Aena cobra por la posición, partida económica clave para pagar el coste de la ampliación del aeropuerto (700 millones de euros).