El Ministerio de Fomento ha retirado en los últimos cinco años un total de 65.282 cadáveres de animales atropellados en las carreteras estatales de la Comunitat Valenciana. Ésta, junto a Castilla-La Mancha (117.648) y Castilla y León (74.993), es una de las comunidades en las que se recogieron más animales atropellados de la Red de Carreteras del Estado, que suponen la mitad del tráfico total, mientras que ascendieron a 483.497 los recogidos en toda España.

Los datos, presentados esta semana en el Congreso a instancias de una pregunta del diputado Chesús Yuste, de Izquierda Plural, son la primera estadística oficial de este tipo. Más de 10.000 de los animales retirados de las vías estaban protegidos por ley, alrededor del 2 % del total. En ese sentido, destaca el caso de Extremadura, donde casi el 15 % de los ejemplares atropellados correspondía a especies protegidas.

De los más de 150.000 kilómetros de la red de carreteras españolas, 25.000 kilómetros -que acogen la mitad del tráfico total- están gestionadas por la Administración central, y otras estimaciones globales del número de animales que mueren sobre el asfalto son muy superiores a los datos de Fomento.

La bióloga Carme Rosell, experta en gestión de fauna e infraestructuras, ha asegurado a EFEverde que, según una estimación realizada en los años 90, unos 10 millones de vertebrados morían atropellados cada año, dato que actualmente se podría hasta quintuplicar.

Los atropellos suponen un gran problema para pequeños animales como los erizos, de hábitos nocturnos y que se hacen "una bolita" al ser deslumbrados por los faros de los coches, o anfibios que cruzan una carretera en sus migraciones reproductoras estacionales.

El director gerente de la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (ACEX), Pablo Sáez, ha comentado a EFEverde que los atropellos de fauna son "una problemática difícil de abordar" que se concentra en unos determinados tramos de las vías convencionales, no en toda la red.

"Aunque se han intentado diversas metodologías, los pasos de fauna son la única solución", ha asegurado, y ha indicado en que la actividad preventiva debe ir encaminada hacia animales grandes, que supongan una situación de riesgo para el conductor en caso de producirse accidente. De este modo, muchos de los animales que mueren sobre el asfalto no entran en ese supuesto, y, para Sáez, los atropellos de éstos "son inevitables".

Más optimista es Rosell, quien explicó a EFEverde que "localizando los tramos donde se concentran los atropellos se pueden aplicar medidas efectivas y con un coste muy moderado". Frente a la construcción de pasos de fauna, Rosell recomendó "adaptar estructuras que ya existen, como drenajes o puentes", que pueden ser utilizados por los animales en esos "puntos negros" para la biodiversidad.