Junto a la plaza de toros y la playa, el tópico ibérico tiene en el bar uno de sus templos. De siempre, España ha presumido de ser uno de los países con más bares del mundo. Antes de la crisis, sólo Chipre superaba a España dentro de la UE en número de locales de restauración por habitante (129). De hecho, países mucho más poblados como Francia o Alemania tenían menos bares. Sin embargo, tras cuatro largos años de crisis, el descenso del consumo ha llegado a tal punto que hasta el bar ha dejado de ser un negocio seguro. Para los locales de siempre y para los pequeños empresarios que han abierto estos años buscando un refugio ante la incertidumbre laboral.

Cerca de 74.000 bares y restaurantes se han visto abocados al cierre desde 2007 hasta hoy, casi un 19 % de los que había antes de la recesión. En la Comunitat Valenciana la situación es aún peor. Entre 2006 y 2011, unos 6.900 establecimientos de restauración han desaparecido, pasando de 35.800 a casi 28.900. Un dato que radiografía la situación socioeconómica de la C. Valenciana. Con todo, sigue habiendo un bar, café o restaurante por cada 173 valencianos, que se reparten en 12.531 locales en Valencia, 12.711 en Alicante y 3.648 en Castelló, según se desprende del Anuario Económico de España 2012 elaborado por el servicio de estudios de La Caixa.

El mayorista cae, pero menos

El cierre masivo de bares y restaurantes es un fiel reflejo del descenso del consumo. Ocurre lo mismo con los comercios minoristas. Desde 2007, cuando la actividad alcanzó su techo histórico, hasta este momento, la crisis se ha llevado por delante más de 25.000 negocios de todo tipo (pequeñas tiendas de alimentación, hogar, vestido, calzado, comercio tradicional...). La caída es del 23 %, desde los 110.598 locales de 2007 a los 85.173 del pasado año. La actividad comercial se ha desplomado a niveles de 1997.

El cierre de negocios mayoristas ha sido más moderado, pero también es muy destacable, del 13 %, en actividades comerciales relacionadas con las materias primas, agrarias y la alimentación, la confección de textiles, de productos farmacéuticos y de perfumería, así como del comercio al por mayor.

Y frente a la caída del pequeño negocio de barrio, los centros comerciales siguen consolidándose como espacio de referencia para las compras. Ajenos a la crisis, la superficie destinada a estos centros sigue creciendo, de los 1.319.970 metros cuadrados que había en 2006 a los 1.686.938 metros de 2011. Hoy por hoy, la Comunitat Valenciana cuenta con 64 centros de este tipo.

El parque de camiones y furgonetas se reduce

Otro indicador que refleja el retroceso de la actividad económica es el adelgazamiento del parque de camiones y furgonetas, vehículos de uso exclusivamente laboral. En 2008, con 544.285 vehículos, alcanzaron su techo en la Comunitat Valenciana tras un incremento ininterrumpido desde 1997. Sin embargo, los últimos años ha descendido hasta los 521.211 camiones y furgonetas, consecuencia directa del cierre de empresas y la paralización de la construcción, entre otros sectores. Además, el conjunto total de vehículos a motor (incluye los particulares) también se ha reducido a partir de 2009, cuando alcanzó su máximo histórico con 3,6 millones en toda la C. Valenciana. El último dato, de 2011, lo sitúa en 3.579.448 vehículos. J. L. G. VALENCIA