Dos alumnos de Bachillerato de 17 y 18 años del instituto Fuente de San Luis de Valencia aprovecharon ayer su intervención en un acto institucional del Congreso, en Madrid, para reivindicar la educación en valenciano y denunciar el incumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Los jóvenes, María Amparo e Ismael, que participaban en una lectura de la Declaración con entrega de los premios de dibujo del Defensor del Pueblo, se saltaron el guión tras leer los artículos 22, 23 y 24, referentes a los derechos sociales, económicos y culturales, el derecho al trabajo y el derecho al descanso y a las vacaciones pagadas.

"Todo esto es teoría, porque en la práctica desgraciadamente es muy distinto", comenzó diciendo María Amparo, de 18 años. A continuación, tomado la palabra su compañero Ismael: "Queríamos pedir a los señores diputados que están aquí que garantizasen la educación en nuestra lengua -valenciano- porque parece que el borrador de la ley de Educación no va a garantizarlo", se quejó.

El secretario primero de la Mesa del Congreso, el valenciano Ignacio Gil Lázaro (PP), salió al paso agradeciéndole la sugerencia: "Tenga seguro que esta casa actuará siempre con respeto a las leyes y a la legalidad constitucional. Agradezco su sugerencia, que evidentemente estaba fuera de la lectura", le replicó.

El incidente no disgustó a la profesora que les acompañaba, Carmen, que tras el acto elogió el "espíritu crítico" y sostuvo que el lugar ha sido el "adecuado para expresar su opinión".

En cambio, otro de los profesores acompañantes, Arturo, se mostró algo sorprendido por el hecho. En declaración telefónica a Levante-EMV señaló que "los estudiantes han actuado de forma espontánea porque han hecho dos ensayos y no habían dicho nada al respecto. No lo sabían ni sus propios compañeros". En su opinión, "hay que respetar toda reivindicación pero hay otros lugares. De hecho, este acto es reivindicativo por sí mismo".

Los protagonistas explicaron que habían decidido lo que iban a decir en el camino hacia el parlamento, por considerar que era una "oportunidad de hablar, ya que nos callan en las calles".

En el acto, el adjunto primero a la defensora del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, dijo a los más de cien escolares de Primaria y Secundaria que asistieron que es un "momento para la esperanza", que "un día alguno llegara aquí, no de visita, sino a ser partícipe activo de la vida publica española".

Gil Lázaro aprovechó que la ceremonia se celebraba en la sala Ernest Lluch para dedicarle un "homenaje personal a él y a todos los hombres, mujeres y niños que han sido víctimas del terrorismo porque su memoria es el principal referente moral de la sociedad".