Dieciséis eventos en más de tres años desde su puesta en marcha, a cinco por ejercicio. O, lo que es lo mismo, una utilidad de 70 días sobre 1.125 posibles, lo que representa una ocupación del 6 %. Son las cifras oficiales de utilización del Ágora, ubicada en la Ciudad de las Artes, según se desprende de la información por escrito que el Consell ha remitido al portavoz adjunto de Esquerra Unida en las Corts Ignacio Blanco, quien ayer subrayó que el edificio, construido por el arquitecto Santiago Calatrava y todavía "sin terminar", ha costado a las arcas públicas 102 millones, 93 en ladrillo -cuando estaba presupuestado en 41- y otros 9,3 millones, en los honorarios del profesional.

Según el detalle remitido por el Ejecutivo, el Ágora ha albergado desde su puesta en funcionamiento en 2009 cuatro ediciones del Valencia Open 500 de Tenis, "un torneo subvencionado por la Generalitat a razón de 3 millones por año según la previsión presupuestaria, con la cesión gratuita del espacio", dijo Blanco; otras cuatro de Valencia Fashion Week (dos ediciones en 2011 y otras dos en 2012); la Copa de España de Freestyle (2010); el Festival de Nadal (2010); la F1 Rocks (2011); la Campus Party (2011); la Valencia Ski Mountain (2011); el concierto de la Oreja de Van Gogh (el 7 de diciembre de 2011); la Festa Cap d'Any 2011; y el Campeonato Internacional Tutempo Valencia de Pádel, en noviembre pasado.

"Lo consiguen gratis"

Sobre las cantidades ingresadas por estos eventos, la todavía consellera de Cultura, Lola Johnson, contestaba a EU que es "complicado cuantificarlas", ya que los pagos "se han producido a través de aportaciones directas, convenios de colaboración o contraprestaciones publicitarias, según los casos". Blanco también preguntaba sobre las tarifas de alquiler, ante lo que el Ejecutivo esquiva de nuevo los datos: "No se puede establecer [el precio] de forma unívoca ya que depende del tipo de actos que se celebre, las necesidades que tengan los organizadores en cuanto a montaje y desmontaje, necesidades técnicas y logísticas y del número de días y temporada en que se solicite el alquiler".

Para Blanco, Cultura no aclara los datos porque se teme que el Consell, con tal de darle un uso al edificio, lo ha cedido "gratuitamente" o prácticamente gratis a quien quiera organizar un evento. Al respecto, cuestionó que las contraprestaciones por el uso del Ágora se concreten en publicidad en los eventos, como el que aparezca el logotipo de Cacsa. El parlamentario criticó que el edificio ofrece "un resultado económico ruinoso" y una "rentabilidad y utilidad social escasa", y lo consideró "un ejemplo de la ruina" que han supuesto las obras de Calatrava para las arcas valencianas.