El Consell se encuentra a un paso de completar una profunda reestructuración de su sector público empresarial y fundacional. El Ejecutivo de Alberto Fabra ha ajustado plantillas, ha reducido su número de mercantiles y ha redimensionado la megaestructura que mantenía hasta bien entrada la crisis. Y todo, con el fin de adelgazar gastos. Pues bien, en 2011, con ese plan ya en marcha, las cinco mercantiles públicas encargadas de impulsar grandes proyectos -santo y seña de la Comunitat Valenciana desde la etapa de Eduardo Zaplana- son un lastre más que evidente para las maltrechas arcas autonómicas. Según se explicita en el informe de la Sindicatura de Comptes entregado este pasado viernes en las Cortes, Aeropuerto de Castellón S.L., Circuito del Motor y Promoción Deportiva, Ciudad de la Luz, Ciudad de las Artes y de las Ciencias, y la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana (SPTCV) acumularon unas pérdidas globales ese año de 174,3 millones y un endeudamiento de 1.991,7 millones. O lo que es lo mismo, la Generalitat pierde casi 500.000 euros al día con sus mercantiles de grandes eventos.

La que más dinero perdió en 2011 fue Proyectos Temáticos, la encarga de organizar en calidad de copromotora el Gran Premio de Europa de Fórmula 1 en Valencia, entre otras actuaciones. La empresa gastó ese año 86,2 millones más de los que ingresó y sus deudas a corto y largo plazo alcanzaron los 677,5 millones. Al igual que venía ocurriendo durante los últimos ejercicios, la firma no se libró tampoco en 2011 de encontrarse en uno de los supuestos de disolución previstos en la ley. Especialmente llamativo es el incremento de dinero que se destinó a publicidad, propaganda y relaciones públicas. La empresa destinó 12,5 millones en 2011 para darse a conocer. Un año antes apenas había dedicado 738.929 euros.

En el segundo escalafón de pérdidas se sitúa la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, con 55,5 millones durante el año fiscalizado por la Sindicatura. La empresa desarrolló durante ese año diversas inversiones para mejorar los cuatro edificios principales de su complejo. Además, consiguió aumentar sus ingresos un 10,1% gracias, sobre todo, al repunte en la venta de entradas para acceder a sus instalaciones. Pero aún así, Cacsa perdió dinero en 2011.

El aeropuerto de Castelló también fue una lacra para la Generalitat en 2011. El aeródromo perdió 8,4 millones ese año y sus deudas quedaron fijadas al cierre del ejercicio en 243,8 millones. Y al igual que en el resto de firmas de grandes proyectos, parte de la "culpa" de sus números rojos procede por los gastos en publicidad y propaganda, cinco millones de euros.

Y en quinto lugar aparece Circuito del Motor de Cheste. La firma también se encuentra en un supuesto de disolución dadas sus "pérdidas recurrentes", que en 2011 alcanzaron los 4,1 millones.