Vicent Savall, cantautor de la Safor. Lleva diecisiete años sobre el escenario, dedicando canciones tan sencillas como apasionadas a los ríos, a los montes y a un montón de personajes valencianos inmortales. Ausiàs March, los Borja, Al-Azraq, Jaume I, Roís de Corella y Tirant lo Blanch están metidos en sus canciones. El último de sus trabajos es un disco dedicado a su amigo, el desaparecido botánico Joan Pellicer.

En el año 2000 Vicent Savall Vidal, un vecino de Gandia nacido hace 68 años en el municipio de Bellreguard, se presentó al Festival de la Canción Melódica de Almàssera y obtuvo el segundo premio. Al año siguiente repitió, pero para acudir al concurso compuso una pieza sobre Almàssera en la que citaba la Creu Coberta y el Miracle dels Peixets, dos símbolos de esa localidad de l´Horta. Así ganó el primer premio. «Mi hijo me dijo que era muy pícaro habiendo compuesto una canción sobre Almàssera para poder ganar», confiesa.

Más allá de la anécdota, Vicent Savall constituye un referente de la canción al más puro estilo costumbrista. Es sobre todo conocido en la Safor, pero su voz se ha escuchado en otras comarcas valencianas, por las que ha paseado los nombres de personajes famosos a los que ha dedicado sus discos en más de diecisiete años de carrera con la guitarra en las manos. Porque si Savall se caracteriza por algo es justamente por dedicar sus canciones, casi todas ellas en valenciano, a quien se las merece.

Ahora acaba de publicar su décimo disco, cuya carátula está presidida por una imagen del botánico Joan Pellicer, aquel otro «saforenc» que hizo populares las plantas valencianas a través de sus libros y, sobre todo, de un programa en Canal 9. «Pellicer, también nacido en Bellreguard, fue cantautor de joven», indica Savall, quien reconoce que fue su amigo el botánico y su amor por el senderismo y la naturaleza lo que le llevó al mundo de la canción.

Antes del disco Pellicer surgieron otros dedicados a personajes valencianos de relevancia. Porque Vicent Savall ha cantado a Ausiàs March, a los Borja, al caudillo árabe Al-Azraq, (un trabajo que todavía no ha presentado en público) a su «enemigo» Jaume I, a Blasco Ibáñez, a Joan Roís de corella o a Gregori Maians. Y todavía más, porque ahora sigue con san Francisco de Borja y san Vicente Mártir, los patronos de las ciudades de Gandia y Valencia. Y tiene casi acabado otro sobre los Amantes de Teruel, este en castellano, porque Juan de Marcilla, uno de los protagonistas de esa historia, estuvo preso en la Valencia musulmana.

Vicent Savall dice que se inspiró «en episodios del pueblo valenciano» después de haberle cantado a los ríos y a las montañas, después de llevar sus llantos por los incendios o su estima por la «pilota valenciana». Sus actuaciones, las próximas en Ròtova y Oliva, son todo un ejemplo de sencillez. Él con la guitarra, acompañado en la voz y otros instrumentos por Maria Khodarenko y Pilar Jiménez, reconoce que «los espectadores casi siempre se entusiasman». Y a veces no es cuestión de minorías. El pasado octubre, durante la Fira de Gandia, se llenaron las más de 600 sillas y aún hubo quien siguió la actuación de pie.

En sus próximas salidas a escena, en lo que podría llamarse la «gira 2013», Vicent Savall presentará el disco de homenaje a Joan Pellicer «acompañado de canciones dedicadas a la naturaleza», una combinación que no podría ser más apropiada. Este cantautor de Gandia, a quien Gabriel Garcia Frasquet le corrige los textos, dice que no piensa parar, «y menos ahora que estoy jubilado». Su amor por la música y la edición de discos seguirá «mientras tenga salud e inspiración». Seguramente en poco tiempo saldrá un trabajo sobre Tirant lo Blanch y Carmesina, otros dos personajes inmortales del pueblo valenciano al que Savall nunca dejará de cantar.