Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) estudia el posible cierre de líneas, la reducción de frecuencias y hasta la venta de estaciones, que se añadirían a los despidos previstos en el preacuerdo del ERE (que los trabajadores votan mañana en asamblea), para lograr un ahorro en las cuentas de la empresa de 29,3 millones de euros, según detalla el Plan de Saneamiento elaborado por la consultora Improven para FGV, al que ha tenido acceso Levante-EMV.

Sobre el cierre de líneas, la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, se ha mostrado hasta ahora rotundamente en contra, aunque se desconocía que esta medida era una de las recomendaciones realizada en el Plan de Saneamiento de FGV. Las dos líneas que se aconseja cerrar son del TRAM de Alicante. Se trata de la línea 9 Benidorm-Dénia Norte, el tramo de 60 kilómetros que queda sin adaptar a la circulación de los trenes-tram de la antigua línea de ferrocarril de vía estrecha Alicante-Dénia, y por la que circulan trenes diésel automotores a 42 kilómetros por hora. Y de la línea 4L, que discurre íntegramente por término municipal de Alicante y va desde Puerta del Mar hasta Sangueta. Su principal función es conectar la zona del Casco Antiguo,la Playa del Postiguet y el Puerto con todas las lineas de TRAM de Alicante, a excepción de la L9 - Nord.

Como efecto de esta medida, también se aconseja la posible venta de estaciones. «En el supuesto cierre de la Línea 9 del TRAM se podrían vender principalmente tres estaciones». El Plan de Saneamiento valora el valor neto de dos de ellas: la estación de Calp (126.232,75 euros) y la de Dénia (503.044,39 euros). Aunque en Valencia no se aconseja el cierre de ninguna línea, sí se recuerda que «hay estaciones que no tienen personal, por lo que serían susceptibles de desinversión». Se trataría de las estaciones de Rocafort (valorada en 21.594,02 euros), Fuente del Jarro (70.643,23 euros), Massarojos (21.638,14 euros), Benaguasil 1 (148.693 euros) y la de la Font de l´Almaguer (71.901,66 euros). De las ventas de estos edificios, FGV podría obtener unos ingresos de 334.830,29 euros que sumarían a los 629.277,14 euros por la venta de las estaciones de Alicante, por lo que podría alcanzar una «inyección» económica de casi un millón de euros (964.107,43 euros).

Otra de las propuestas realizadas por Improven a FGV es la reducción de frecuencias a primera y última hora del día y, sobre todo, los fines de semana. Esta medida ya fue aplicada por FGV a partir del pasado mes de febrero y consistió en reducir frecuencias a primera y última hora del día o en horas valle de la oferta de Metrovalencia que, según justificó la consellera Bonig, «permitieron un ahorro de 4 millones de euros».

La reducción de frecuencias a afectaría ahora tanto a Metrovalencia como al TRAM de Alicante: en Valencia se reducirían 1 millón de kilómetros de circulaciones lo que permitiría un ahorro de 3,8 millones de euros (se gasta menos dinero en sueldos de maquinistas, electricidad, limpieza de trenes...) y en Alicante se reducirían circulaciones por valor de 350.000 kilómetros, lo que permitiría un ahorro de 1,1 millones de euros.

Pese a ofrecer menos circulaciones, otra fuente de ingresos barajada por la consultora, y aplicada por la Conselleria de Infraestructuras, es el aumento de tarifas. En el caso de Metrovalencia el encarecimiento del precio de los billetes o los cambios en la tarifa Aeropuerto [que pasó de zona AB (3,60 euros el billete de ida y vuelta) a zona AD (7,40 euros el billete de ida y vuelta)] aprobados en septiembre reportarán a la empresa unos ingresos por valor de 4,8 millones de euros. En 2013 se ha decidido congelar los precios. En el TRAM de Alicante los incremento de tarifas, de hasta un 20%, y la segmentación de zonas TAM permitirán a FGV ingresar 450.628 euros.