Un club exclusivo de nobles valencianos por los cuatro costados -algunos con título nobiliario y todos con apellidos de abolengo-,que cuenta con tres siglos de historia y luce un orgullo en el currículum: ser la única Real Maestranza de Caballería de España que ha luchado en combate. Así podría resumirse la institución valenciana en la que ayer, oficialmente, ingresó la princesa de Asturias, Letizia Ortiz. Tiempo después de que la esposa del Príncipe aceptara ser dama de la Real Maestranza de Caballería de Valencia, ayer recibió en audiencia en el Palacio de la Zarzuela a la Junta Particular de esta entidad para recibir el lazo de dama. De este modo, Letizia Ortiz accede a la Maestranza valenciana -una de las cinco maestranzas españolas junto con las de Sevilla, Ronda, Zaragoza y Granada- y se une en esta misma institución al rey, la reina, el príncipe y las dos infantas. Asimismo, se suma al club que ya integran nobles valencianos como el marqués de Dos Aguas, el marqués de Llanera, el marqués de Mirasol, el barón de Almiserà, el conde de La Ventosa o prohombres locales como José Vicente Corbí o Carlos Orri.

Fundada en 1697, la Maestranza de Valencia fue creada "para que los nobles valencianos estuvieran preparados y a disposición del Rey para sus Reales Ejércitos", explica José María Álvarez de Toledo y Gómez Trénor, conde de La Ventosa y teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Valencia. En realidad, la orden sí que cumplió su fin guerrero en la historia. Ocurrió en la Guerra de la Independencia, en 1808. Bajo el nombre de Escuadrón de Cazadores de la Real Maestranza de Caballería de Valencia, los maestrantes entraron en combate contra las tropas francesas. Murieron cuatro caballeros y otros quince fueron hechos prisioneros en una contienda que se prolongó hasta 1814. Para financiar aquel escuadrón, los caballeros de la Maestranza valenciana tuvieron que vender la mitad de la casa-palacio que todavía ocupan en la Plaza Nules de Valencia.

Pero aquellos tiempos bélicos pasaron. Ahora, la Maestranza de Caballería de Valencia es una institución -una de tantas- reservada a la nobleza valenciana. Una especie de club social para iguales. Agrupa a unas 200 personas y para acceder a él, explica su máximo responsable y conde de La Ventosa, "hay que acreditar nobleza en los cuatro apellidos [los dos del padre y los dos de la madre], mostrar interés en pertenecer a la institución, y merecerlo" por sus valores de "honradez, caballerosidad, educación o solidaridad". El examen lo realiza una Junta de Recibimientos y los nuevos miembros ingresan el día de la Inmaculada Concepción. En 2012 entraron ocho nuevos caballeros y damas a la institución. "Es una institución viva y vamos haciendo cosas", subraya su teniente de Hermano Mayor.

Un museo en breve

En su origen, la razón de colegiarse los nobles valencianos en esta Maestranza fue entrenarse para la guerra como caballeros. Hoy, en cambio, sus fines son de orden "asistencial, cultural y social". Colaboran con Cáritas y Casa Caridad, organizan un ciclo anual de conferencias y, en breve, abrirán un museo en el reformado palacio del siglo XVIII que cobija a la institución. La sala se encargará de divulgar la historia de la Maestranza a través de armaduras, reglamentos o su participación en las batallas. Ahora, además, podrán presumir de un miembro exclusivo de la nobleza: la princesa de Asturias.