Los paradores atraviesan una situación convulsa. La red turística que empezó a forjarse en 1928 con la apertura del primer establecimiento en la Sierra de Gredos afronta un ERE que contempla 350 despidos y la reducción de la jornada laboral para 400 trabajadores. Este adelgazamiento conllevará, además, el cierre parcial de 27 paradores de la red durante un periodo de entre 40 días y cuatro meses al año y la supresión de los restaurantes de 13 establecimientos. En medio de semejante tormenta interna, los tres paradores valencianos ubicados en el Saler, Xàbia y Benicarló han sorteado lo peor del chaparrón. Los tres seguirán abiertos todo el año y sus restaurantes continuarán funcionando. Pero „y ésta es la pregunta que se hacen los trabajadores consultados por este periódico„, ¿en qué situación?

Porque la crisis ha hecho mella en los tres paradores valencianos, que comparten una característica que dificulta su futuro: no están ubicados en edificios históricos como castillos, palacios, conventos y monasterios que convierten en único el alojamiento. Y eso hace más difícil su competencia frente a los hoteles de lujo de sus zonas de influencia.

Entre 2011 y 2012 (aunque en este último año los datos disponibles llegan hasta el 3 de diciembre), las caídas de ocupación han sido generalizadas. El parador de Benicarló bajó de 22.295 habitaciones ocupadas a 18.679, y el restaurante pasó de servir 36.574 cubiertos a 29.062. El parador de Xàbia registró un descenso menos pronunciado: las 16.257 habitaciones de 2011 disminuyeron a 15.749 y los cubiertos se redujeron de 22.741 a 21.601. Por último, el parador del Saler ha seguido perdiendo clientela: de 14.245 habitaciones ocupadas ha pasado a 13.026 (a tres semanas de acabar el año), y los cubiertos han sufrido otra disminución: los 35.683 cubiertos de 2011 se quedaron el año pasado en menos de 32.000.

La regresión, sin embargo, no impide a los paradores de Xàbia y Benicarló seguir dando beneficios y ocupar la parte alta de los paradores españoles, como subrayan fuentes sindicales. Según las cifras obtenidas por los sindicatos „Paradores no ha querido facilitar a este periódico ni datos ni el testimonio de los directores„, de los 94 hoteles de la red de Paradores, los establecimientos de Benicarló y Xàbia ocupan los puestos 17 y 18, respectivamente, en la lista de los más rentables. Son de los que todavía reportan dinero a la empresa: 453.000 euros de beneficios el de Benicarló y 445.000 euros el de Xàbia, ambos en 2011. El parador del Saler registró pérdidas poco indicativas, puesto que todavía se le computan en el balance anual las obras de reforma ejecutadas en el año 2007 y que costaron 20 millones de euros.

Visita de Franco? y parador

Grandes cifras al margen, los retos son de calado. El parador del Saler, que cuando se creó en 1966 en pleno Parque Natural de la Albufera apenas tenía rivales en cuestión de lujo más allá del Hotel Monte Picayo, afronta ahora una dura competencia. Los hoteles de cinco estrellas superan los dedos de una mano en la ciudad de Valencia (hay incluso uno en el Saler) y el parador se ha quedado con cuatro. Eso sí: dispone de un campo de golf de 18 hoyos, un campo de fútbol de hierba, un spa y un salón de congresos como atractivos complementarios. Pero el parador del Saler ha de pelear más que en los dorados setenta.

Lo mismo ocurre con el parador de Xàbia, la tradicional referencia de la hostelería de lujo en la Marina durante décadas. Fue levantado en 1965 „cinco años después de la visita de Franco y su esposa a la ciudad„, y representó sin duda, un trampolín para el turismo de Xàbia. Hoy, el edificio que se alza en la bahía salpicada de palmeras de la playa del Arenal retrotrae a los tiempos gloriosos de los años sesenta, setenta y ochenta. Pero el tiempo pasa, Xàbia ha explotado turísticamente y el parador ha perdido atractivo frente a ofertas más chic como el hotel Rodat „también de cuatro estrellas„, el lujoso Hotel Villa Mediterránea de Xàbia, un cinco estrellas a las faldas del Montgó, o el hotel Dénia Marriott, a ocho kilómetros de Xàbia y también con una estrella más que el parador. Todo ello, y la crisis, han hecho que „anécdota real„ un grupo de amigos pueda organizar una comida de despedida de soltero en el parador de Xàbia, al que antes sus bolsillos no aconsejaban acercarse.

En Benicarló, el parador construido en el lejano 1935, tiene otro enemigo de futuro: el renombre del destino turístico del municipio de la carxofa, con competidores a poca distancia. Pese a todo, sigue siendo el parador con más clientes de la Comunitat Valenciana. Después del ERE pactado con los sindicatos (que ha rebajado los despidos de 644 a 350), las dudas vuelven a los paradores. Los trabajadores „hay 169 en los tres establecimientos valencianos„ cuestionan las grandes inversiones realizadas en el parador de Cádiz (53 millones) y en el de Alcalá de Henares (44 millones), que se han imputado en las cuentas de Paradores. Temen que el Gobierno privatice la gestión de esta emblemática empresa pública y cambie la esencia de una red hotelera que ideó el marqués de la Vega Inclán y que entusiasmó al rey Alfonso XIII.

El Saler: En el corazón de la albufera, con 18 hoyos de golf y a 221 euros la noche

El parador del Saler, construido en el año 1966, ha conseguido un perfil diferente gracias a la reforma de 2007, que lo dotó de campo de golf de 18 hoyos, spa, campo de fútbol y amplias instalaciones para albergar reuniones de trabajo. Ubicado en una extensa finca de arena y pinares enclavada en el corazón del Parque Natural de la Albufera, el hotel cuenta con 58 habitaciones dobles. Su plantilla es la más grande de los paradores valencianos: 50 personas trabajan en el parador y otras 24 están empleadas en el campo de golf. En total, 74. El ERE inicial preveía cinco despidos, pero nadie sabe en qué quedará tras el nuevo acuerdo con los sindicatos. El precio por una habitación doble estándar, según la tarifa oficial, es de 221 euros por noche.

Xàbia: símbolo de los gloriosos años 60 y 70

Construido en 1965, el parador de Xàbia se alza en una coqueta bahía que separa la playa del Arenal de la del Montañar. El establecimiento dispone de 60 habitaciones dobles, nueve estancias de matrimonio y una con salón. Tiene en plantilla a 49 empleados. La primera propuesta de ERE de la empresa contemplaba seis despidos en el hotel de Xàbia, aunque el nuevo pacto con los sindicatos apunta a una cantidad inferior. El precio de una habitación doble estándar, según la tarifa oficial, es de 205 euros por alojamiento y desayuno. Hay tarifas únicas por 105 euros.

Benicarló: hijo de la primera generación

Edificado en 1935, el de Benicarló fue uno de los paradores de la primera generación. Emplazado junto al mar, es el más grande de los valencianos: 87 habitaciones dobles, 15 de matrimonio, dos habitaciones con salón y dos individuales. De sus 46 empleados, el primer ERE preveía despedir a cuatro personas. La tarifa oficial de la habitaión estándar es de 134 euros, y hay ofertas por 85 euros.