El imputado que hasta la fecha haya argumentado que el agujero de Emarsa se produjo por el descontrol de su gestión vio anteayer como su coartada se derrumbaba como un castillo de naipes. El jefe de contabilidad de la saqueada empresa pública, Martín Santos Peral, desveló al juez que investiga el saqueo de 25 millones de euros en la extinta empresa pública que existía una verdadera contabilidad paralela a la que él desarrollaba, e incluso, cuentas corrientes de la sociedad y proveedores que desconocía. Todas estas empresas, según Santos Peral, facturaron por cauces ajenos al departamento administrativo y cobraron más de 20 millones de euros entre los años 2004 y 2010. Hasta el cálculo del IVA de la sociedad se llevó fuera de la sección contable.

Santos Peral señaló en su interrogatorio como testigo ante el juez que las facturas de determinados proveedores pasaban directamente por su superior, el exdirector económico de Emarsa, Enrique Arnal, o por el exgerente Esteban Cuesta. Ambos tenían, según el contable, relación directa con estas empresas, firmaban sus facturas y disponían de "claves" informáticas que les daban acceso único a estos clientes y a cuentas corrientes que reconoció no haber gestionado nunca. "Yo sólo llevaba la libreta de la Caixa, todo lo que no fuera esta entidad lo desconocíamos en el departamento de Contabilidad", declaró el testigo, quien aseguró que esta gestión "B" de las cuentas se inició con la llegada de Cuesta a la depuradora de Pinedo en 2004. Antes, apuntó, su departamento se hacía cargo de todo lo relacionado con el dinero.

Conocidos en el PP de Valencia

Santos Peral, que afirmó conocer a Cuesta del PP de Valencia donde ejercía el cargo de secretario general del distrito de Patraix, manifestó ante el juez que días antes de la liquidación de Emarsa en julio de 2010, "de la noche a la mañana" aparecieron muchas facturas en los archivadores que no habían pasado por su departamento y que contenían errores en las fechas. El contable relató que se "hincharon" los archivadores que no llevaban el registro del departamento de Contabilidad y "con equivocación de años" . Tras quejarse de la situación, Arnal, añadió, le dio la orden de "arreglar" las facturas y que se "archivaran bien".

Según Santos Peral, entre los proveedores que trabajaron a través de la contabilidad paralela se encuentran Construcciones Rocafort, Mantenimientos Valmasmark, Sofitec, Microprocesadores Valencia y Valsebe, empresas del exjefe de Informática de la planta, Sebastián García Martínez; Zonday, Printergreen, Erwinin y Etwas, propiedad del empresario fugado Jorge Ignacio Roca Samper; y Grupo Mas, Llar Calzada, Rehabilita Aqua, Orba 68, Sanitar o Adecua, de otros imputados en la causa entre los que se encuentra Daniel Calzada, Juan Carlos Gimeno o Eva Marsal.

El juez preguntó a Santos Peral: "¿Si las facturas abonadas a esta empresa no fueron contabilizadas por el departamento correspondiente pero sí figuran en la contabilidad de la empresa y en los libros de la misma, quién pudo contabilizarlas? El contable señaló a Enrique Arnal y descargó la culpa sobre el director financiero ante el fraude de 3 millones a Hacienda que se investiga. "Él era quine lo sacaba", aseveró.