Acostumbrado a vivir desde hace años en el cataclismo político, el Ayuntamiento de Benidorm verá nacer hoy a su cuarto grupo municipal en esta legislatura, el de los no adscritos. Lo integrará un concejal, el hasta ahora número dos socialista Juan Ángel Ferrer, quien ayer anunció su ruptura formal con el gobierno de coalición que integran el PSOE del alcalde Agustín Navarro y el CDL de Gema Amor. El ejecutivo mantendrá su mayoría por tan sólo un edil: tendrá 13 actas (10 socialistas y 3 centristas) por las 12 de la oposición, 11 de las cuales son populares. La gobernabilidad no corre, por ahora, peligro.

Ferrer había sido el estandarte más visible, aunque no el único, del malestar que anida en parte de la familia socialista por la decisión de Navarro de aliarse con Amor. En una comparecencia envuelta por la atmósfera de las grandes ocasiones, el edil no adscrito aseguró ayer que "otros compañeros" del grupo socialista "piensan igual que yo aunque mañana tengan que hacerse a regañadientes la foto con un alcalde en el que no confían y a ellos les mando un mensaje de dignidad y apoyo". Ferrer no dio nombres.

Quien ha pegado este portazo al gobierno de Navarro no es un cualquiera. Hace dos años, el PSOE dio un golpe de efecto al incluir como número dos en su lista a este médico de reconocido prestigió y vínculos con la patronal Hosbec a quien, después de ganar las elecciones y comenzar a gobernar en minoría, convirtió en todopoderoso concejal de Turismo y Urbanismo. Pero todo cambió después de que el 1 de agosto Navarro pactara con el CDL para apuntalar su poder: Ferrer, de marcado perfil antizaplanista, fue despojado de esas dos carteras tan trascendentes. Y, también, de la primera tenencia de Alcaldía. Todo acabó en manos de los centristas de Amor. El secretario de política municipal del PSPV, José Manuel Orengo, consideró ayer el paso de Ferrer al grupo no adscrito como un caso de transfuguismo, por lo que va a iniciar los trámites para expulsarlo.

Se rompe el tripartito de Orihuela

Por otra parte, el concejal de Hacienda en el Ayuntamiento de Orihuela (Alicante) y co-portavoz municipal de CLR, Juan Ignacio López-Bas, y la liberal no electa y edil de Recursos Humanos, Marta Campillo, anunciaron ayer que renuncian "de manera irrevocable" a sus competencias en el equipo de gobierno en el que su grupo forma coalición con Los Verdes y el PSOE, por lo que han dado por "roto" el tripartito.