«Hemos vivido uno de los peores días de nuestra vida, porque al estar incomunicados únicamente podíamos esperar y mirar cómo evolucionaba el fuego». Así describía ayer uno de los vecinos de Llucena sus sensaciones tras el incendio que mantuvo en jaque a la localidad desde primera hora de la madrugada. Hasta la media tarde, tanto este municipio de l´Alcalatén como el vecino Figueroles, sufrieron un corte en el suministro de electricidad y servicio de telefonía que los dejó aislados hasta que los operarios restablecieron la señal.

Según las primeras investigaciones el fuego se originó sobre las 6 horas cuando, debido al fuerte viento, un cable se desprendió de un poste del tendido eléctrico y al caer al suelo las chispas incendiaron una zona de matorral ubicada cerca del cementerio. El fuego se extendió rápidamente y obligó a evacuar a siete personas que se encontraban pasando el fin de semana en diversas viviendas unifamiliares que hay diseminadas por esta parte del término municipal.

«Nosotros abrimos el hotel los fines de semana y cuando nos hemos levantado, sobre las 7 horas, hemos visto fuego y humo en la montaña que tenemos enfrente», relató José Antonio, del hotel El Prat, que explicó que «debido al fuego nos hemos quedado sin luz y, por tanto, sin calefacción ni agua caliente». «Aunque los efectivos de emergencia nos han garantizado que el hotel no corría peligro, hemos decidido evacuar a las 50 personas que estaban pasando aquí el fin de semana y cerrar a mediodía, porque no podíamos dar servicio», indicó.

Debido a que precisamente ayer se celebraba el último día de las fiestas de Sant Antoni la localidad, que habitualmente tiene unos 1.500 habitantes, estaba más concurrida de lo normal. «Se ha dado la opción a las personas que han sido evacuadas de trasladarse a la Casa de Cultura de Figueroles pero dado que la mayoría tienen familiares por la zona han preferido marcharse con ellos», dijo el alcalde de Llucena, Gerardo Beltrán.

En cuanto a los vecinos que se quedaron en la población, la impotencia y la incertidumbre caracterizaron las primeras horas del día. «Sin teléfono, sin luz, sin televisión y sin nada únicamente podíamos salir a la calle a esperar», afirmaba un vecino.

Amplio despliegue

Las llamas también obligaron a cerrar al tráfico la CV-190, que enlaza la localidad con Teruel, así como la CV-193 que va de Llucena a Argelita. Mientras que el primer vial estuvo cortado desde las 7.19 horas hasta las 14.40 horas, la segunda carretera se reabrió pasadas las 16.30 horas. El fuego, que calcinó más de 86 hectáreas de pinar y matorral, obligó a intervenir a más de un centenar de efectivos terrestres y a cuatro medios aéreos. Aunque durante las primeras horas del día el fuerte viento complicó las tareas de extinción, la mejora de las condiciones meteorológicas facilitó el trabajo de los efectivos de emergencia durante la tarde.

El incendio se dio por estabilizado pasadas las 18 horas, aunque cuatro brigadas y una dotación de bomberos permanecieron en la zona durante toda la noche para refrescar. el terreno.