La mujer del liquidador de empresas Ángel de Cabo, la valenciana Consuelo Garrido Ortiz, es una de las cinco personas detenidas ayer en Valencia en el marco de la «Operación Caballo de Troya», que ha permitido el arresto de otras once personas, entre ellas un hijo de José María Cuevas, expresidente de la CEOE, en distintos puntos de España. Los arrestos fueron ordenados por el juez de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela (A Coruña), dentro de una investigación por blanqueo de capitales que inició la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Galicia por la venta de Teconsa. Se trata de la constructora leonesa adjudicataria, por 7,5 millones de euros, del montaje audiovisual para la cobertura de la visita del Papa a Valencia en 2006 y que se encuentra bajo investigación en el caso Gürtel.

Fuentes judiciales, no obstante, desvincularon la «Operación Caballo de Troya» del caso Gürtel e insistieron en que en realdad la investigación gallega se ha convertido en un fleco de la realizada por la Unidad central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) en diciembre pasado, cuando fueron arrestados el también expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, Ángel de Cabo y siete personas más.

Una simple ama de casa

Tras esas primeras detenciones, Consuelo Garrido fue llamada a declarar a finales de diciembre en calidad de imputada por el juez que instruye esa causa, el magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco. En esa declaración, la mujer del liquidador del Grupo Marsans y otras empresas se presentó como una simple «ama de casa» que firmaba lo que le decía su marido.

Sin embargo, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia, los investigadores pusieron en marcha la operación policial de ayer tras obtener evidencias de que al parecer la afirmación de la ahora arrestada no se ajustaba exactamente a la realidad y de averiguar, a partir de la documentación intervenida en diciembre, que De Cabo y su esposa disponían de una fuerte suma de dinero —principalmente en cheques al portador— oculta en su casa para utilizarla en caso de tener que improvisar una huida precipitada.

Durante el registro practicado ayer por la mañana en el chalé que De Cabo tiene en la exclusiva urbanización El Bosque de Chiva, la Policía Nacional volvió a cantar bingo en presencia de Consuelo Garrido y de su letrado. En ese domicilio, los agentes encontraron 30.000 euros en metálico y talones expedidos al portador, que permiten el cobro inmediato, por valor de 100.000 euros.

A la detención de la esposa de Ángel de Cabo se le suman las de otros cuatro presuntos colaboradores de la trama de blanqueo de capitales en Valencia. Tres fueron arrestados en el «cap i casal» y el cuarto, en Serra. Los cinco detenidos partieron de inmediato hacia Santiago de Compostela para comparecer ante el magistrado que instruye la causa, abierta por los delitos de blanqueo de capitales, estafa, falsedad en documento público, contra la Hacienda Pública y alzamiento de bienes. Durante los cinco registros practicados en Valencia, Chiva y Serra, los agentes también se incautaron de un todoterreno BMW X5. La operación ha sido desarrollada por agentes de la Policía Nacional de la Udyco de Galicia y del grupo de Blanqueo de Capitales de la UDEF de Valencia, así como por funcionarios de la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA) de Coruña y de Valencia.

El origen de las pesquisas se sitúa en febrero de 2012 después de que José Martínez Núñez, quien fue presidente de Teconsa y está imputado en el caso Gürtel, vendiese el Gran Hotel de Santiago de Compostela a Ángel de Cabo. Éste se había hecho también con la constructora leonesa cuando esta firma se declaró en concurso de acreedores en 2009 a raíz del caso Gürtel.

La hija del dueño de Teconsa

Precisamente, otra de las detenidas ayer, en Ponferrada, es Isabel Martínez Parra, hija del expresidente de Teconsa. Los agentes de Vigilancia Aduanera registraron la sede de la constructora, situada en la céntrica calle Serrano de Madrid. Además, fue arrestado un hijo de José María Cuevas, presidente de la CEOE entre 1984 y 2007. El propio De Cabo figura entre los detenidos, aunque ya se encuentra en prisión por la «Operación Crucero» de diciembre con una fianza de 50 millones, la más alta en la historia de España. En cambio, el juez rebajó ayer la fianza a Díaz Ferrán de 30 a 10 millones.

Para la policía, De Cabo habría seguido con la constructora un procedimiento similar al que llevó a cabo después en Marsans o Nueva Rumasa. Sobre papel, adquiría la sociedad pero en realidad, según la investigación policial, estaba participando en una operación para vaciar la firma patrimonialmente y luego evadir supuestamente los fondos fuera de España. La operación se ha saldado con 16 detenciones. Además de los cinco de Valencia, fueron arrestados al menos cinco en Madrid, dos en Ponferrada y uno en Galicia, que fue el único que ya quedó en libertad anoche tras prestar declaración ante el juez.