Más de medio millar de personas se concentraron ayer por la tarde por el centro de Valencia para recordar el primer aniversario de la "primavera valenciana" que "despertó muchas conciencias, abrió muchos ojos y nos ayudó a entender el por qué de tanta represión y por qué en Valencia se instaló un auténtico estado de excepción".

La manifestación transcurrió sin incidentes y en un tono reivindicativo y festivo, animado por la colla de dolçaina y tabalet "Estela Roja de Benimaclet" y la Muixeranga de Valencia, que realizó varias torres humanas entre el Institut Lluís Vives, de donde partió la manifestación por la calle Colón, hasta la Delegación del Gobierno. Los organizadores de la protesta, l'Assemblea per les Llibertats i contra la repressió que forman 52 organizaciones, no ocultaban que esperaban más asistencia y achacaron que hubiera menos afluencia a que la cita de ayer es la primera de media docena de manifestaciones que se celebrarán hasta final de mes en Valencia (hoy contra los desahucios y mañana a favor de la sanidad pública). De hecho, una pareja de jóvenes manifestantes comentaba entre ellos, mientras se leía el manifiesto, que "tantas manis desgastan".

Aunque los presentes no escatimaron energías en corear todo tipo de lemas que arrancaron la marcha con la petición de dimisión a la delegada del Gobierno "Paula Sánchez, dimisión", además de proclamas contra los recortes y la represión o los lemas "menos represión y más educación" o "açò ens passa per un govern fatxa". Las asociaciones estudiantiles abrían la manifestación con una pancarta con el lema: "Som poble, som lluita, som futur". Tras ellos representantes de los "Iaioflautas", de EU (acudieron los diputados Ignacio Blanco y Ricardo Sixto), Compromís (con Fran Ferri), Joves Socialistes del País Valencià, l'Assemblea antirepressiva 15-M-Xarxa en lluita, el Bloc Unitari Anticapitalista (con la pancarta que expresaba "Res per celebrar, tot per lluitar" y la CGT que aportó el lema más ingenioso: "Nos mean y dicen que llueve". Al final de la marcha, frente a la sede de la Delegación del Gobierno de la calle Colón, blindada por la policía con vallas, un estudiante volvió a pedir la dimisión de Paula Sánchez de León por los hechos de hace un año y reivindicó que aquellos días los alumnos dieron "una lección de ética" a la Policía Nacional.

En el manifiesto, la asamblea advirtió que los actos de la policía "no quedarán impunes" y que, además de defender a los que fueron multados, denunciará "todas las agresiones policiales" que se produzcan en las movilizaciones y que no pararán hasta ver a los agentes que se extralimitaron "imputados en los tribunales".

La jornada concluyó en el Palacio de Congresos con el concierto de 19 grupos, organizado por la Asamblea Global Lluís Vives y l'Assamblea Jurídica Primavera Valenciana, al que se esperaba la asistencia de 1.500 personas.