La Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia no sólo regaron con sustanciosas aportaciones de dinero público las jornadas de patrocinio deportivo que el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, montó en Valencia entre los años 2004 y 2006, sino que sus máximos representantes fueron verdaderos "conseguidores" para que el capital privado también se implicara con el mismo entusiasmo en los negocios del yerno del rey. Y todo bajo la supervisión y aquiescencia de la Casa Real, que puso la sala de reuniones.

Según declaró el pasado sábado ante el juez el socio de Urdangarin en el Instituto Nóos, Diego Torres, el otrora jefe del Consell, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se ofrecieron personalmente a la Zarzuela para buscar "patrocinios privados y públicos" para el Valencia Summit, según fuentes jurídicas. De hecho, añadió Torres ante el magistrado, una semana después del encuentro en palacio, negado por el expresidente de la Generalitat, Barberá y Camps le facilitaron un listado con numerosas puertas a las que llamar.

Y no le fue nada mal al duque, puesto que en los tres años que organizó el Valencia Summit se embolsó 3,5 millones de euros. Barberá fue una verdadera aliada del yerno del rey para que sus proyectos en Valencia salieran adelante, como le agradeció el propio Urdangarin en un carta desvelada por este periódico hace semanas. Pero además, y según la nueva documentación aportada por Diego Torres al juez instructor, la alcaldesa de Valencia habría sido en última instancia quien dio el visto bueno para cerrar el convenio entre la Fundación Turismo Valencia Convention Bureau (FTVCB) y el Instituto Nóos, que reportaría a las cuentas de la fundación del duque 900.000 euros al año.

"La alcaldesa aún no se ha reincorporado, por lo que no se ha podido despachar con ella los temas pendientes relativos al Valencia Summit", explica en un correo electrónico Jaume Matas, director del Consorcio Valencia 2007 ante la preocupación de Nóos porque se acercaba la inauguración y no había convenio firmado para disponer del dinero. Llama la atención que sea Mata quien haga de enlace cuando la institución que abonó el canon fue FTVCB, entidad en la que el Ayuntamiento se escuda para defender que no pagó dinero alguno al duque.

Otros correos también avalan que el enlace directo entre Nóos y FTVCB fue Jaume Matas. En ellos hablan del dinero público que se gastará y de cómo se firmarán los contratos. Es el propio Mata el que fija unas observaciones: "el convenio contempla una aportación económica al Instituto Nóos de 900.000 euros".

En otro correo que un trabajador le envía Urdanagarin se observa la relevancia de la alcaldesa: "La idea que les hemos comentado es que se escenifique una firma protocolaria, con luz y taquígrafos, que llevará a cabo la alcaldesa (presidenta de honor de FVCB), aunque el contrato se firme mediante cruce de envíos".

Barberá, junto a otros cargos del Consell y Camps, habría recibido en 2005 un informe de Nóos para captar nuevos patrocinios, según otro correo. Desde Nóos también pidieron a Mata que desde el consistorio mediaran para que la CAM o Bancaja se implicaran en las jornadas.