La muerte de Soledad Torico, la boliviana de 49 años que falleció el miércoles en Valencia tras ser diagnosticada de gripe y cuyos familiares han criticado una asistencia deficiente porque la mujer carecía de tarjeta sanitaria, no quedará sólo en protestas, manifestaciones y el dolor de un marido y una hija que anteanoche regresaron a su casa, más vacía que nunca. El viudo, Jesús Bazán, presentará en el juzgado de guardia una denuncia por "omisión de socorro y negligencia médica" contra los profesionales sanitarios que asistieron a Soledad, contra los responsables de la Conselleria de Sanidad en materia de ambulancias, y contra los directivos de la conselleria que hayan podido dar alguna hipotética orden de que "hay que despachar rápido a los ciudadanos sin tarjeta sanitaria".

Así lo adelantó ayer a Levante-EMV el abogado de la familia, José María Tena, quien añadió que una plataforma de asociaciones reunidas anoche en Valencia han acordado presentar una denuncia ante la fiscalía para que investigue si los hechos que rodearon la muerte de Soledad son constitutivos de delito.

Los colectivos agrupados en esta causa denuncian que "Soledad es la primera víctima constatable de la aplicación de decreto 16/2012 por parte del Gobierno valenciano", puesto en marcha el 1 de septiembre de 2012, y alertan de que "desde hace ya seis meses hemos sido testigos de casos constantes de inatención sanitaria y de cómo se disuade de solicitarla a las personas desempleadas, a quienes no se nos permite cotizar a la Seguridad Social por falta de acceso al derecho al trabajo, tanto migrantes como nacionales".

Por su parte, Ventura Montalbán, sindicalista de CCOO, aseguró ayer que "una sanidad pública, universal y gratuita hubiera evitado la muerte de Soledad Torricos" y acusó de "desamparo" al ministerio, "que aprobó la retirada de la tarjeta sanitaria a personas migrantes", y a la Conselleria de Sanidad, "que aplicó la medida sin medir las previsibles consecuencias".

Las entidades recogieron el domingo unos 700 euros para la repatriación del cadáver de Soledad. El viudo insistió ayer: "La atendieron, pero no de forma adecuada porque no le hicieron ningún reconocimiento" a partir de la segunda visita.