Un nuevo frente se abre para las ya castigadas arcas municipales. A la falta de financiación y la reducción de ingresos, se unen los gastos en reparación y reposición por los robos en material de infraestructuras públicas básicas como iluminación, alcantarillado, contenedores de basura, suministro de agua potable... Sustracciones que suponen miles de euros para los ayuntamientos y un grave perjuicio para los ciudadanos.

LA RIBERA

17.000 euros en la reparación y reposición de tapas y rejillas

Los robos de las rejillas que cubren los imbornales y el cable del alumbrado eléctrico han obligado al Ayuntamiento de Alzira a idear fórmulas para evitar este tipo de actuaciones, que representan un desembolso económico añadido a las arcas municipales, además de un peligro para los peatones.

La «fiebre» por las tapas metálicas que cubren las alcantarillas se inició hace aproximadamente tres años y, si bien los robos se concentraron, en un primer momento, en los polígonos industriales, pronto empezaron a afectar a zonas del casco urbano. El riesgo de que alguien acabara cayendo al meter el pie en uno de estos imbornales dejó de ser una posibilidad para convertirse en una realidad tras la caída que sufrió una niña de seis años en las inmediaciones de un colegio, en la zona de Tulell.

El ayuntamiento se llegó a quedar sin repuestos para sustituir las trapas sustraídas y utilizó diferentes sistemas para fijar las mismas. Los operarios municipales utilizaron silicona, pero también reforzaron algunas de ellas con cables de acero e incluso cadenas.

Posteriormente, el consistorio ha encontrado en el hormigonado de las arquetas de luz el mejor remedio contra los robos de cable de cobre del alumbrado público, que han llegado a dejar a oscuras polígonos y amplias zonas de la ciudad. El pasado diciembre ya se contabilizaban más de un millar de arquetas selladas con este sistema.

Un informe del almacén municipal sobre las actuaciones realizadas durante el último año cifra en más de 17.000 euros los gastos derivados de la reparación y reposición de trapas y rejillas metálicas —no incluye las que dependen de la empresa concesionaria del agua potable—; de soldar las rejas de alcorques para evitar su hurto y de tapar y sellar arquetas de luz, que representa la cantidad más elevada.

MORVEDRE

Sagunt: roban los pedales que permiten abrir los contenedores

Los contenedores de metal situados en zonas de montaña de Sagunt se han convertido en botín para los ladrones, al igual que las palancas de los recipientes laterales de plástico que permiten abrir los contenedores con el pie. Esta lista se completa con los postes y balizas de hierro que se colocan en las calles para delimitar plazas de aparcamiento o impedir el paso de vehículos cuando hay mercado ambulante. Solo por estos conceptos, la empresa municipal SAG ha sufrido unas pérdidas de más de 10.300 euros a lo largo de 2012 y lo que llevamos de año, pues en el ejercicio anterior le sustrajeron 10 contenedores valorados en 900 euros cada uno.

El refuerzo del control de los postes de hierro y el rehormigonado de las balizas son algunas medidas que se han adoptado desde el consistorio. El ayuntamiento, además, ha tenido que hacer frente a robos de cable de cobre del alumbrado, así como de imbornales de hierro y trapas de alcantarillado, agua y riego. Los últimos casos de este tipo se han producido dentro del casco urbano, tanto en el barrio de La Forja del Port como en distintos puntos de Sagunt.

Solo en tapas de alumbrado, el consistorio se ha visto obligado a gastar casi 3.000 euros. La razón es que los ladrones se llevaron en 2012 entre 40 y 50 piezas valoradas en 30 euros cada una, pero el ayuntaminto ha optado por sustituirlas por otras de fibra reforzada cuyo coste por unidad es 10 € superior, pues este material ya no es atractivo para los delincuentes.

Además de reforzar la vigilancia policial, el consistorio ha decididio colocar sistemas de bisagra en los imbornales de hierro y hormigonar las tapas de la luz. En polígonos como Parc Sagunt, además, se han soldado las trapas de alcantarillado después del robo de 64 cuyo coste ascendía a unos 6.400 euros, un material que fue recuperado días después por la Guardia Civil en una chatarrería de El Puig.

LA MARINA ALTA

Detectan una furgoneta cargada con 103 tapas de alcantarilla

En la Marina Alta, los ladrones de chatarra ya no le hacen ascos a nada. El robo clásico de cableado de cobre va a más. En los últimos meses, se ha sustraído el cableado eléctrico de las calles próximas al Centro de Desarrollo Turístico y del Camí Pou de la Muntanya, en Dénia, del polígono industrial y la zona comercial de Segària, en el Verger, y de la carretera que va de Ondara a la pedanía de Pamis. Todas estas zonas se quedaron a oscuras hasta que los servicios municipales repusieron los cables del alumbrado público.

La crisis ha dejado abandonadas urbanizaciones sin acabar que ahora sufren saqueos. En Dénia, un residencial del Montgó que la promotora dejó a medias sufrió durante años actos de pillaje y desaparecieron puertas, aparatos de aire acondicionado, cableados, muebles de cocina…

Dos ladrones también sustrajeron el pasado mes de noviembre 300 kilos de cobre de una obra sin acabar de la playa de les Marines. La policía les encontró luego en un solar otros 600 kilos del mismo material. Además, hace algo más de un año, la policía de Calp sorprendió a dos hombres con una furgoneta cargada hasta los topes y que avanzaba con dificultad. Dentro llevaban 103 tapas de alcantarilla que habían sustraído de un almacén municipal. Cada tapa vale 60 euros. Poco después, la Guardia Civil detuvo en Teulada a otros dos hombres que acumulaban varios robos más de 80 toneladas de hierro de puntales, hormigoneras o encofrados. Incluso trocearon una grúa.

LA COSTERA/LA CANAL/LA VALL D’ALBAIDA

Roban parte de la barandilla de hierro del puente del río Albaida

En Xàtiva, el saqueo de material público se ha vuelto una constante en el trazado ferroviario que hasta 2009 enlazaba la capital de la Costera con la Ribera. Cuando dejaron de pasar trenes, la Generalitat anunció la reconversión del recorrido en una vía verde hasta Manuel con miradores fluviales y grandes vistas. En este periodo, los ladrones han robado gran parte del hierro del puente sobre el río Albaida, y sustraído metros y metros de cableado, travisesas y agujas de la infraestructura, lo que acentúa la sensación de abandono en un paraje cada vez más degradado. Nada se sabe del proyecto para convertir 10,5 kilómetros del trazado de la extinta línea férrea en vía verde.

Los robos de material público son cada vez más frecuentes también en el casco urbano y en zonas a la vista. El Ayuntamiento de Xàtiva calcula que se gasta al año entre 15 y 20.000 euros en reponer contenedores, señales, bancos, barandillas y mobiliario urbano en general que son sustraídos o víctimas del vandalismo.

En otros municipios, los robos de cobre causan estragos en el turismo. En Anna, las sustracciones son comunes en el camino de acceso al paraje natural Albufera y, cuando se producen en invierno, el ayuntamiento dilata su reposición por su elevado coste, lo que ha dejado en más de una ocasión los alrededores del parque, muy visitado, a oscuras durante prolongados periodos. En diversas localidades, como en Bellús, el ayuntamiento decidió cerrar recientemente las arquetas de todas las farolas con hormigón para ponérselo más difícil a los ladrones, tras padecer constantes robos en el alumbrado público.

LA SAFOR

La sustracción de cable deja Potries sin teléfono ni internet

Si en la comarca de la Safor hay un municipio que se ha visto afectado por los robos de cable, ese es Potries. En este caso, los cacos se han cebado con la instalación telefónica. Hasta en cinco ocasiones se ha quedado este municipio sin teléfono ni internet. El corte ha afectado a la totalidad de las casas, incluyendo los edificios públicos. No sólo el cobre ha sido objetivo de los ladrones, también las trapas de algunas alcantarillas situadas en las afueras del casco urbano han desaparecido.

En Real de Gandia, algunas zonas del polígono industrial han quedado sin suministro eléctrico debido al robo de cable de cobre en, al menos, cuatro ocasiones. Los ladrones se han llevado alrededor de 1.700 metros de cable. Estos hurtos han supuesto un gasto de más de 8.000 euros. En Gandia, ha sido la urbanización de Marxuquera la más afectada por el robo de cable. Las viviendas de la zona han pasado algunos días sin suministro hasta que los operarios han podido reponer el servicio. Además, polígonos y urbanizaciones inacabadas de distintos municipios de la comarca han sufrido saqueos de los ladrones. En estas zonas suele haber mucho material que ha quedado abandonado con la marcha de las constructoras.

Reponen más de 3.000 metros de cable

En Paterna, la Concejalía de Infraestructuras ha reforzado con hormigón durante los dos últimos meses las arquetas de las instalaciones de alumbrado público en el barrio de La Coma y Mas del Rosari. En diciembre pasado se produjeron diversos hurtos de hilos eléctricos y se tuvieron que reponer más de 3.000 metros de cable de cobre. Los robos han supuesto un gasto para el municipio tanto en material como en horas de los tres operarios diarios para las labores de reparación y hormigonado, durante al menos un mes. La arquetas se han recubierto con 20 centímetros de hormigón. En Paiporta, los agentes también detuvieron hace unos días a los dos presuntos autores de un delito de hurto de cable eléctrico, reactancias de alumbrado de farolas públicas y tapas de las cajas del alumbrado que habían sido sustraídos del almacén municipal.

cèsar garcia valencia