La calidad del agua potable es un problema sin resolver para más de doscientos municipios valencianos, que ven cómo sus acuíferos superan de forma intermitente los niveles permitidos de nitratos y, más recientemente, de herbicidas. Contaminación que, en algunos casos, llega a la red de suministro y pone en riesgo a la población.

LA RIBERA

El Consell gasta 60 millones en una potabilizadora que no llega

El problema de la contaminación del agua potable por herbicidas detectado en Carcaixent el pasado mes de junio se repite. El Ayuntamiento de Llaurí mantiene instalada una fuente que sirve agua de un manantial de calidad -insuficiente para atender a todo el casco urbano- para que los vecinos no tengan que recurrir a agua embotellada tras la clausura del pozo principal decretada el 10 de septiembre y, en Alzira, las autoridades sanitarias también han declarado no apta para el consumo el agua de la red general tras detectar la presencia de un resto fitosanitario que supera los niveles permitidos por la UE.

Los técnicos consideran que la prolongada ausencia de lluvias -hasta esta semana- y, como consecuencia de la sequía, el descenso del nivel freático, es una de las causas de la aparición de estas concentraciones de Terbumetona-Desethil, un herbicida que se utilizaba en los cítricos y que dejó de fabricarse y comercializarse en Europa en el año 2003.

El exceso de nitratos había sido hasta ahora la principal preocupación en muchos municipios de la Ribera aunque, en apenas ocho meses, se han dado tres casos de contaminación por herbicidas y, a juzgar por la intervención de la alcaldesa de Alzira en el pleno del pasado miércoles.

Carcaixent consiguió normalizar la situación cuatro meses después de detectar el problema de contaminación con la instalación de unos filtros de carbón activo en los que se invirtieron casi 300.000 euros y el Ayuntamiento de Alzira apostará por la misma solución aunque, a mayor población, mayor coste y el presupuesto estimado de la planta que tardará entre dos y tres meses en construirse ronda los 600.000 euros.

Como solución provisional, el ayuntamiento ha instalado en diferentes puntos de la población seis plantas de ósmosis inversa cedidas por el Ayuntamiento de Carcaixent en las que los vecinos pueden abastecerse sin tener que recurrir a la compra de agua embotellada. En el caso de Llaurí, el consistorio confía en que el pozo de la Virgen de los Desamparados recupere los parámetros normales para poder restablecer el servicio.

La Ribera espera desde hace lustros el abastecimiento de agua de calidad prometido por el Consell en el que se ha invertido una auténtica fortuna y continua inacabado. El objetivo inicial era reducir el nivel de nitratos con la mezcla del agua de los acuíferos de abastecimiento habituales con la procedente de los pozos de la Garrofera aunque la falta de caudal ha obligado a reconducir el proyecto tras haber gastado 60 millones de euros desde 2003 hacia la construcción de una potabilizadora que, según promete el Consell.

La presencia de nitratos se ha reducido de forma progresiva, ya que en los años noventa era muy superior, aunque muchos municipios aún superan el límite de 50 miligramos por litro que establece la Organización Mundial de la Salud. Sin ir más lejos, en el pleno celebrado por el Ayuntamiento de Alzira en enero se produjo un agrio debate en el que el PSOE denunciaba que el agua de la red general no era apta para el consumo ya que habitualmente supera los 50 mg/l mientras que el gobierno municipal (PP) esgrimía los informes que publica el Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (Simac) que, en todos los análisis de 2012, declaraba apta para el consumo el agua de Alzira.

L'HORTA

Se quintuplica el canon por el hallazgo de selenio

El canon que pagan a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) los 13 ayuntamientos de l’Horta Nord que desaguan en el barranco del Carraixet se incrementó en 2010 en un 500 % después de que la comunidad de usuarios detectase que se habían superado los niveles de contaminación por selenio. En el fichero internacional de seguridad química se recoge que el selenio es una «sustancia muy tóxica» y «se aconseja impedir que el producto químico se incorpore al ambiente».

La comunidad de usuarios recurrió el incremento del canon alegando que el aumento de selenio en el agua (se pasó del 0,0001 a 0,0016 mg/l) era «irrelevante» y no justificaba el encarecimiento del 500 % en el canon. El Ministerio de Medio Ambiente respondió advirtiendo de que los parámetros analizados superaban los límites de vertido autorizables, que la Epsar sólo había presentado uno de los 24 análisis anuales que debe remitir, y que en este único análisis también se ponía de manifiesto el incumplimiento de los valores de emisión. La CHJ hizo de oficio dos analíticas «en el ejercicio de sus tareas de control» confirmando que se incumplían los valores límite de emisión.

En Aldaia, hace varios años se detectó que uno de los parámetros -un disolvente- de la composición del agua excedía el máximo legal permitido, sin poder llegar a detectarse el origen del vertido. Por ese motivo el ayuntamiento tuvo que dejar de utilizar el pozo municipal y traer el agua de una depuradora externa y tener que pagar por ella. El pozo está en proceso de descontaminación.

En l’Horta Sud la mayoría de municipios mezcla el agua de sus pozos con las depuradoras de la comarca después de que a finales del pasado siglo se detectaran alarmantes niveles de nitratos debido a los vertidos industriales y agrarios que se han realizado durante décadas.

LA COSTERA / LA CANAL / LA VALL D'ALBAIDA

Filtraciones continuas en el casco antiguo de Xàtiva

Los consecuencias de redes obsoletas y en malas condiciones y fugas de agua en desagües del casco antiguo de Xàtiva han ocasionado muchos quebraderos a los vecinos. Las filtraciones continuas durante ocho años hundieron hace menos de un año una vivienda en la zona de la Atriaca Alta de la capital de la Costera -en el casco antiguo-, provocando daños estructurales en el inmueble, tras hundirse el suelo. La fuga repetida de agua en la subida de la Seo inundó bajos y viviendas de las calles adyacentes a la colegiata hace unos meses. El reventón, además, provocó el esparcimiento de aguas residuales en los inmuebles, unas aguas fecales que provocaron fuertes olores. La fuga fue consecuencia de las malas condiciones de la instalación, antigua y obsoleta.

LA MARINA

La desalinizadora acaba con los problemas en Xàbia

La Marina Alta ha dejado atrás, de momento, los problemas de agua potable. No hace tanto (sobre todo a finales de los años 90) municipios como Xàbia o Calp tenían que mantener el suministro con caudales salobres que no eran potables por sus altos niveles de cloruros. Mientras, en Dénia la toma de agua del río Racons (de aquí se capta la mayor parte del suministro de la ciudad) ofrecía un agua de baja calidad y con una notable concentración de nitratos.

Pero esos años de problemas, provocados por la extrema sequía, quedaron atrás. En Xàbia, con la puesta en marcha de la planta desalinizadora, el suministro de agua tiene ahora una excelente calidad. En Dénia, el proyecto de construir una desalinizadora se ha rechazado finalmente. En Calp, el pleno ha iniciado los trámites para legalizar los pozos de la partida del Barranc Salat, que ofrecen agua salobre. El municipio tiene, de momento, garantizada el agua de calidad, con el trasvase de la Vall de Laguar.

La guerra de las pedanías

En Valencia capital, los niveles de calidad en la red de agua potable son satisfactorios. Los análisis realizados periódicamente por la Concejalía del Ciclo Integral del Agua así lo indican. Únicamente en el pozo que abastece a tres pedanías -Carpesa, Benifaraig y Borbotó- se detectaron en su día altos índices de nitratos que necesitaron de una compensación con la red de agua general. Esa situación, precisamente, ha generado una agria disputa entre los vecinos de estos tres pueblos y el Ayuntamiento de Valencia. Hace 20 años el equipo de gobierno quiso quitar a la cooperativa Les Llosetes, que gestiona el pozo, la concesión del suministro y se produjeron graves enfrentamientos que sólo se paralizaron manteniendo esa autonomía. Ahora, en este caso por la ilegalidad administrativa de la cooperativa, el ayuntamiento ha vuelto a ordenar la devolución de la concesión a la empresa que gestiona la red general de Valencia, lo que ha provocado un nuevo debate.

Por otro lado, en Sagunt la puesta en marcha de la potabilizadora hizo que la ciudad dejara atrás hace años los problemas relacionados con la calidad del agua por presencia excesiva de nitratos. Este caudal procedente del canal Júcar-Turia se ha ido extendiendo de manera progresiva a otras localidades de la comarca y ahora, los municipios con mayor número de población como Canet d’En Berenguer, Faura y Gilet se alimentan también de él. Esto les garantiza un agua de calidad. J. P./M. A. valencia/sagunt

Pozos de la Serra de Mustalla para evitar los nitratos

En la comarca de la Safor el principal problema del agua que se suministra a través de la red pública es el exceso de nitratos. Hasta hace unos años, en la mayoría de las poblaciones se superaban los índices máximos fijados por la OMS (50 miligramos por litro). En localidades situadas en la llanura central hubo momentos en que el nivel de nitratos superaba con creces los 120 miligramos por litro, más del doble de lo recomendado. Para poner fin a esa situación, la Mancomunitat de la Safor perforó dos pozos a los pies de la Serra de Mustalla, en el término de Villalonga, tras comprobar que allí no había contaminación por nitratos. De esas dos captaciones se suministra agua potable a trece localidades. En Gandia, su ayuntamiento optó por construir dos grandes plantas que, mediante un proceso de ósmosis inversa, elimina las partículas de nitratos en el agua.

Las dos plantas, en funcionamiento desde hace años, suministran a toda la red pública agua de calidad con nitratos que no superan los 20 miligramos por litro. s. sapena gandia

Información elaborada por

Alfons Padilla, Voro Contreras, P. Z., R. T.