El corredor mediterráneo va a ostentar el dudoso récord de albergar el tramo en obras más dilatado en el tiempo de la historia del ferrocarril español. Se trata de la duplicación de los 39 kilómetros de vía única entre Vandellós-Tarragona que, a la vista de las últimas decisiones adoptadas por el Ministerio de Fomento y por Adif, aún no tiene fecha y podría retrasarse "para después del primer trimestre de 2015 o, incluso, a 2016, cuando deberían haberse finalizado en 2013", asegura a Levante-EMV el experto en ferrocarriles y catedrático de Computación, Gregorio Martín. "Es lamentable que el acceso desde el sur a la línea de alta velocidad hacia Barcelona quedara oculto, o como dicho en voz baja, en el último encuentro entre los consellers de la Generalitat Valenciana y de Cataluña, sin que ninguno de los dos responsables de infraestructuras dijera nada", asegura Gregorio Martín, en referencia a la cumbre en defensa del corredor mediterráneo celebrada hace unas semanas en Peñíscola a la que asistieron los consellers catalán y Isabel Bonig y Santi Vila.

La importancia que tiene este tramo la revela el hecho de que con la puesta en marcha del tramo duplicado entre Vandellós y Tarragona permitiría a los Euromed Valencia-Barcelona reducir más de tres horas a 2,30 horas el trayecto entre ambas capitales. Sin embargo, el mal fario parece perseguir a este tramo de "monovía" -tal como lo denomina el catedrático Gregorio Martín- que se planifica desde finales de los 90 y principios de siglo. De hecho, la declaración de impacto ambiental es del 2002 y el estudio informativo acaba de cumplir ya diez años (enero de 2003). Las obras de plataforma se adjudicaron entre noviembre de 2005 y julio de 2008. Y las de superestructura, montaje de vía y electrificación el 22 de enero de 2011. Esta propuesta de trazado, la única plasmada por ahora en estudio informativo, llegaba desde Vinaròs a Vandellós, en doble vía hacía el interior de la provincia de Tarragona y,a la altura de Reus, se preveía un intercambiador de anchos para que los viajeros en ancho ibérico pudieran acceder al AVE Madrid-Barcelona-Frontera Francesa (ya en funcionamiento) y las mercancías procedentes del sur, seguirían por Tarragona, para aprovechar la infraestructura que Cataluña tenía diseñada al norte de la ciudad tarraconense, recuerda el catedrático.

El Vandellós-Tarragona se convirtió, durante la etapa de José Blanco en el Ministerio de Fomento, en la "conexión ferroviaria corredor mediterráneo-línea de alta velocidad Madrid-Barcelona-Frontera Francesa" y los contratos adjudicados en enero de 2011, que incluían una estación para Cambrils, tenían plazos de ejecución de 24 y 36 meses. Sin embargo, como recuerda Gregorio Martín, "la lentitud exasperante en empezar las obras, la crisis, los problemas de financiación y el cambio de gobierno" retrasaron su ejecución. En mayo de 2012, la dirección general de Fomento cedió la ejecución de este tramo a Adif, por decisión de la ministra Ana Pastor. A las pocas semanas "el contrato de la estación de Cambrils fue rescindido y las obras de vias y electricidad modificadas, por lo que los plazos se suspenden y se detiene el cómputo del tiempo", añade Gregorio Martín. Adif declina hacer declaraciones y deriva al Ministerio de Fomento la información sobre es tramo. Con la irrupción del proyecto del tercer hilo, reconvertido a cambiar todo el corredor al ancho europeo, "los intercambiadores desaparecen porque son innecesarios y el problema de las mercancías hace que los viajeros queden como un problema secundario", lamenta el catedrático.