Cuando se constituyan las aproximadamente 60 ejecutivas locales de Compromís todavía pendientes, se cerrará el proceso de conversión de una coalición electoral vaporosa que nació como un matrimonio de conveniencia, en una pareja sólida y estable con estructura orgánica de partido. Se consumará así el segundo proceso de reinvención del valencianismo de izquierdas que en 2000 ya pasó, como Bloc, de coalición a partido. A quince meses de las europeas y a más de dos años de las autonómicas, en Compromís está apenas esbozado el sistema de primarias para elegir cartel electoral. Pero hay algunas certezas. La primera, que la coportavoz, Mònica Oltra, optará a ser cabeza de lista. La segunda, que el síndic en las Corts y líder del Bloc, Enric Morera, no pondrá ningún obstáculo por su parte para evitarlo si los sondeos internos evidencian que la marca "Mònica Oltra" ofrece más garantías de rendimiento electoral.

La tercera clave asentada es que en el Bloc no cederán sin más a las pretensiones de Oltra en los comicios que mejores expectativas de gobierno para la izquierda levantan, vistos desde marzo de 2013. Que los 25 años de travesía en el desierto (de 1982 a 2007) que anduvo del valencianismo fusteriano se tienen muy presentes en el partido de Morera. Y en cuarto lugar, en la plana mayor de Compromís, y especialmente en el Bloc, son conscientes de que un enfrentamiento cara a cara entre los principales aspirantes debilitaría a la coalición. De ahí que se esté perfilando optar por unas primarias en las que no se votará un solo nombre, sino a un equipo, fruto de un acuerdo precocinado y dejando a la militancia la opción de no avalar todos los nombres de la lista. Se quiere establecer un sistema de primarias en las que se voten candidaturas en listas abiertas. Es la fórmula que permitiría el acuerdo de estabilidad entre las familias de la coalición: Bloc, Iniciativa, militantes "adheridos" a Compromís sin pasar por partidos y Els Verds-Esquerra Ecologista. Ese escenario de cuotas pactadas serviría para vestir una posible renuncia de Morera o incluso un pacto entre ambos que se vendería como una apuesta por los equipos en detrimento de los personalismos.

Desde Iniciativa se observa con temor la pretensión del Bloc de pasar factura en forma de masiva presencia en las candidaturas, en caso de que Morera diese un paso atrás, Dado que Joan Ribó (sin más carné que el de Compromís) es el candidato a alcalde de Valencia, en el caso de ser Oltra cartel a la Generalitat, el Bloc coparía las cabeceras en Castelló y Alicante, en detrimento de Iniciativa, y los puestos más relevantes en la candidatura autonómica de Valencia.

De momento, el reglamento de primarias no está decidido y será propuesto por una comisión creada adrede, aunque la última palabra está en manos del Consell General, en el que al menos el 70% de sus miembros pertenece al Bloc. Las normas aprobadas hasta ahora establecen que votarán todos los afiliados y que, obviamente, no habrá reserva de cuotas para los partidos. Por vez primera, el Bloc no tendrá reservada la cabecera.

Falta por dilucidar si participarán los simpatizantes. Decisión que se tomará a principios de 2014 para elegir al candidato en las europeas. Si en la conferencia política de octubre el PSOE confirma que sus primarias, y las del PSPV, serán a la francesa, ello empujaría a Compromís a ir por ese camino. El peso del Bloc se diluiría. Hoy, ya ha perdido presencia en Compromís, tras la entrada de 1.150 afiliados directamente a la coalición, los llamados adheridos. Estos independientes, los 500 de Iniciativa y el medio centenar de ecologistas, representan casi el 40% de la organización.

Sí está resuelto que todos los candidatos locales se elegirán en primarias. Hasta el del municipio más pequeño en el que el alcalde no se vote por concejo abierto.