La ola de robos en el campo valenciano agrava la ya preocupante situación de los agricultores que ven cómo a la bajada de precios de sus productos se unen las sustracciones en instalaciones de riego, y en bancales de naranjas y huertos, con unas pérdidas estimadas para 2013 de 20 millones. Patrullas nocturnas y cierre de caminos rurales son algunas de las medidas del sector para frenar los hurtos.

EL CAMP DE MORVEDRE

Roban un transformador de más de mil kilos de peso

Los agricultores de El Camp de Morvedre sufren desde hace tiempo un incesante «goteo» de sustracciones que han dejado escenas inimaginables, como el reciente robo en una finca agrícola de Sagunt, cercana a Les Valls, donde los ladrones desmontaron y robaron un transformador de más de mil kilos de peso, además de todo tipo de herramientas y cables de cobre. También esta misma semana ha trascendido el asalto a la caseta de otra finca, donde arrancaron de cuajo un motor soldado y fijado con cemento. En Les Valls, los cacos se llevaron varios tractores.

Estos hechos se producen después de que los asaltos a los pozos de riego de la comarca obligaran, ya hace años, a instalar alarmas que parecen cumplir con su efecto disuasorio. Ahora, se mantienen los robos de contadores, cadenas y candados, hasta el punto de que el alcalde de Torres Torres, Alfonso Guillem, llegó a plantear sin éxito el cierre nocturno de caminos.

En las últimas semanas, además, se han producido varios robos de naranja, según explicaba a Levante-EMV el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores en Sagunt (AVA-Ascosa), Francisco Campillo. Varios propietarios de campos de «lane-late» e incluso de «valencia» han sido las víctimas de unos ladrones que han empezado a operar a plena luz del día, con total naturalidad, como si fuera una «colla» buscada legalmente, como apuntaban desde AVA.

Como ejemplo de esta situación, cabe recordar un caso ocurrido hace unas semanas. Un propietario encontró a una cuadrilla en su campo que se lo había «recogido» prácticamente entero y, como los «collidors» lo achacaron a un error en la parcela, acabó llegando a un acuerdo económico con ellos.«Esto fue una casualidad porque si el dueño no llega a ir en ese momento al campo, se lo encuentra vacío. Es una impotencia general», decía el presidente de AVA en Sagunt. La sensación de los productores es que lo que realmente se reduce es la presentación de denuncias, pero no los robos; un hecho que atribuyen al hartazgo y la percepción de que el Cógido Penal no castiga suficientemente los hurtos continuados que tantos trastornos ocasionan a los afectados.

LA RIBERA

Sustraen 250 contadores de riego en solo un mes

La urbanización Altury de Turís ha sido posiblemente una de las más castigadas por los robos en la Ribera, hasta el punto que el año pasado se contabilizaron cerca de doscientos mientras que en lo que va de 2013 se han sucedido más de cincuenta robos en chalés. Esta situación de inseguridad provocó que, el pasado otoño y durante un par de meses, algunos vecinos organizaran patrullas de vigilancia nocturna para reforzar los controles policiales en esta área residencial que cuenta con unas 800 viviendas. En las últimas semanas también se han registrado diversos robos en la urbanización Cañapar de Turís.

Además de las zonas residenciales, el otro gran objetivo de los delincuentes son las infraestructuras de riego para sustraer el cobre. Numerosas comunidades de regantes de diferentes puntos de la comarca se han encontrado literalmente desguazados los pozos de riego „el caso de la sociedad Sant Josep de Turís registró recientemente dos robos similares en apenas siete días„ o han sufrido estragos por la desaparición masiva de contadores del riego por goteo.

Sólo la comunidad de regantes de Los Tollos, que agrupa a agricultores de Antella, Alzira, Gavarda y Alberic en el Sector 1 del Canal Júcar-Turia, ha denunciado el robo de cerca de 250 contadores en apenas un mes. En febrero, en una sola noche, los delincuentes se llevaron cerca de 90 y utilizaron una gran piedra para arrancarlos a golpes. Ya a mediados de marzo, también en una sola noche, desaparecieron un centenar, aunque esta vez fueron cuidadosamente desmontados.

Los robos de cobre también han provocado que algunas zonas urbanas o semiurbanas se hayan quedado a oscuras durante un tiempo. Es el caso de la avenida de la Ribera, entre Alzira y Carcaixent, o incluso el parque de l´Alquenència de Alzira. El ayuntamiento ha optado por cubrir con hormigón las trapas para evitar nuevas sustracciones.

LA SAFOR

Cierran por la noche el paso por los caminos rurales

Los robos en las zonas agrícolas de la Safor se han sucedido de forma constante en los últimos años con el consiguiente perjuicio económico tanto en pérdidas como en daños ocasionados en las infraestructuras agrarias. El pasado mes de enero, la Guardia Civil detuvo en Tavernes de la Valldigna a un hombre de 24 años vecino de la localidad por su presunta relación con la sustracción de cerca de diez toneladas de naranjas que habían sido cortadas en una finca situada en la partida del Pla, cerca del paraje del Clot de la Font.

Pero no es un caso aislado. Agentes de la Guardia Civil detuvieron días después a tres personas, una de ellas menor de edad, tras ser sorprendidas cuando sustraían 3,5 toneladas de naranjas de un campo situado entre Oliva y Piles.

Ante la indefensión y falta de vigilancia, los agricultores de Tavernes decidieron hace tres años tomar medidas por su cuenta. En una iniciativa inédita cerraron todos los caminos rurales menos uno en una extensión que supera las 10.000 hanegadas de naranjos. Las sendas permanecen abiertas entre la siete de la mañana y las siete de la tarde. A partir de esta hora, se cierran todas, menos la citada anteriormente, que permanece vigilada hasta la mañana siguiente. Una medida que dificulta los accesos a los huertos por la noche y que tras los excelentes resultados también han puesto en práctica los agricultores de Almoines. Desde los ayuntamientos se ha intentado frenar esta oleada de robos incrementando los recursos de las policías locales. En Gandia, el consistorio ha elaborado un listado con las zonas que tienen naranjas listas para cortar con el objetivo de planificar mejor y de forma más eficaz las labores de vigilancia y control de los campos.

HORTA

Los labradores se organizan en patrullas para vigilar el campo

En l´Horta, la zona más afectada por los robos agrícolas es la marjal de l´Albufera y los campos de frutales de Picassent, donde hasta hace poco las naranjas sustraídas se cifraban en toneladas. La situación, habitual cada año pero «alarmante» durante estos últimos meses, es tan preocupante que el sindicato AVA-Asaja ha pedido un plan de choque para intentar parar los continuos asaltos y en algunos sitios, como en Silla, los labradores han optado incluso por organizar patrullas rurales que, en primavera y verano, recorren los campos de noche para intentar salvaguardar sus cosechas.

Pero la producción no es el único botín que buscan los ladrones. Los pozos de riego, la casetas y la maquinaria (ya sea pesada o no) también sufren estragos de un tiempo a esta parte. En los campos del marjal de l´Albufera, ya sea dentro del término de Massanassa, Alfafar, Catarroja, Albal o Silla, los asaltos son continuos y los agricultores ya no saben cómo protegerse.

En Picassent no sólo deben hacer frente al robo de frutales, a la bajada de precios y al progresivo abandono del medio rural, sino que además han de vérselas con pozos inutilizados por los ladrones del cobre y sistemas de riego por goteo completamente inservibles. Tan mal está el asunto que este año ha sido necesario que el Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil (similares a los antidisturbios de la Policía Nacional) acuda a la localidad para patrullar sus campos.

Ya más cerca de la capital, en Paterna, los ladrones también hacen de las suyas. Se han hecho numerosas propuestas para intentar atajar la situación, como establecer un servicio de vigilancia por parte de voluntarios de Protección Civil.

LA COSTERA/ LA CANAL/ LA VALL D'ALBAIDA

Bandas organizadas roban cerdos

El robo de contadores en la Costera ha generado miles de euros en pérdidas a los regantes de la comarca. Sólo en julio del año pasado se contabilizaron 200 sustracciones, con un coste aproximado de 40.000 euros, en cinco comunidades: la de la Séquia de Ranes (que abarca las poblaciones Vallés y Llanera de Ranes), la Cooperativa de riegos de Sant Antoni (de Cerdà y Llanera), la de Coma-Carraposa de Rotglà i Corberà, la de la Comandanta de Llanera de Ranes y la de la Séquia de la Vila de Xàtiva.

Cada contador tiene un precio que oscila entre los 200 y los 250 euros. Tras los robos, los agricultores decidieron sustituirlos por otros de plástico con la esperanza de que cesaran las sustracciones. Los afectados presentaron 15 denuncias ante la Guardia Civil.

Pero no sólo el campo sufre la oleada de robos, también la ganadería, y la con la misma impunidad. En octubre pasado, bandas organizadas robaron cerdos de granjas situadas en los términos de Llutxent y Quatretonda. Más recientemente, el pasado miércoles, la Guardia Civil detuvo a tres hombres que transportaban en su vehículo cinco cerdos degollados, que supuestamente habían sustraído de una granja de Benigànim. Robos que se han producido en más de 40 instalaciones en el último año. El jueves, este diario revelaba que uno de los detenidos por los robos en la Vall d´Albaida tiene 45 antecedentes por hurto.

Las cifras

20%

Aumento de los robos

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) calcula que las sustracciones en zonas agrícolas han aumentado un 20 % con respecto al primer trimestre del año pasado.

100 millones

Pérdidas aproximadas en 2013

AVA-Asaja estima que si los robos no se frenan las pérdidas en 2013 podrían alcanzar los 20 millones.

100

Cerdos robados en seis semanas

Los ladrones robaron el pasado año en sólo seis semanas más de cien cerdos en la comarca de la Vall d´Albaida.