El enfrentamiento entre la dirección provincial del PP en Valencia y la regional se mantiene más o menos soterrada en los congresos locales que ya se están celebrando y que ocupan la agenda interna de la organización. Ahora bien, la calma chicha podría dar paso a la tormenta en la tierra del jefe de la diputación de Valencia, Alfonso Rus, donde su rival, el secretario general del PPCV, Serafín Castellano, ha puesto un pie. El proceso, continuidad de los congresos comarcales, tiene por objetivo renovar los cargos locales del partido, piezas que serán claves en los próximos años para la elección de los alcaldables y para las estrategias que se lleven a cabo ante las generales de 2015.

Una vez más el poder local, el control de los municipios, es el oscuro objeto de deseo de ambas direcciones. La que capitanea Rus parte con una situación de ventaja ya que el barón provincial sigue manteniendo su influencia en la gran mayoría de las poblaciones de Valencia, si bien la cúpula directiva del PPCV, en manos del conceller de Gobernación, Serafín Castellano, no renuncia del todo a ganar lealtades en el ámbito municipal. En principio, y en comparación con los cónclaves comarcales donde el pulso Rus-Castellano afloró de forma clara, en el proceso local las aguas discurren algo más tranquilas.

Eso sí, hay excepciones en algunos municipios y, además, se avecina una batalla que por sus características podría ser todo un símbolo del duelo Rus-Castellano. La batalla se libra en Xàtiva, el municipio del que es alcalde Alfonso Rus y desde el que el barón provincial proyectó su carrera política hasta hacerse fuerte en el Palacio de Batlia, la institución que en un eventual fracaso electoral del PPCV en 2015 tiene más posibilidades de mantenerse bajo el dominio del partido de la gaviota. A dos años vista, es complicado pronosticar si Rus podrá cumplir sus deseos de un tercer mandato o si, como algunos afirman en el PPCV, Fabra desplazará al barón regional.

Las relaciones entre el jefe del Consell y Rus no son fluidas, pero, al menos, no son tensas. El líder del PPCV, consciente de las crisis de confianza que vive el partido y dada la situación de angustia financiera de la Generalitat, tiene claro, y así lo ha transmitido a los suyos, que no quiere conflictos. No obstante, hay peleas que ya han comenzado. Tal como informó este diario la reunión del PP de Xàtiva para elegir al comité oganizador del congreso local acabó como el rosario de la aurora. Las heridas internas en la capital de la Costera están abiertas desde que, hace un año en el congreso regional del PPCV, Vicente Parra decidiera aceptar la oferta de Castellano para entrar en el organigrama regional, un paso que fue considerado en la provincial como una "traición" a Rus.

La maniobra de Castellano fue un golpe moral para Rus, quien tenía a Parra como su hombre fuerte en el ayuntamiento. A partir de ahí las relaciones de Rus con quien fue su protegido (le defendió cuando en su etapa de diputado fue pillado escribiendo un mensaje en su móvil crítico con el Consell de Camps) no han hecho más que empeorar. La cuestión es que, llegado el proceso local, Rus se ha encontrado con movimientos para una candidatura alternativa. El pasado 6 de marzo ya hubo que votar dos listas para el comité organizador. Rus, que irrumpió bruscamente en la reunión, ganó la partida a Parra y su lista fue la más votada, pero Parra, que defiende que el proceso no fue legal, ha impugnado los resultados y quiere que la dirección regional resuelva el conflicto. El ya ha anunciado que no quiere repetir.

Un resquicio en los estatutos

Al margen de quien tenga la razón (la disputa se centra en sí quienes votaron tenían o no derecho a hacerlo) la cuestión es que Castellano tiene en sus manos la posibilidad de invalidar el proceso e incluso controlarlo a través de una gestora. Un artículo incorporado en los estatutos regionales le podría habilitar para en casos extremos tomar decisiones en Xàtiva, un opción que desde la provincial se rechaza con rotundidad. "Sería un pulso a Rus inaceptable", indica un responsable del PP. De momento, la regional está sopesando sus movimientos. Castellano quedó muy debilitado en los congresos comarcales y obtuvo una derrota moral al no poder si quiera imponer a su candidato en su comarca natal.

Arrebatar a Rus el control en Xàtiva sería la revancha perfecta. Con todo, no es probable si quiera que finalmente haya una candidatura alternativa al aspirante de Rus (tampoco está descartado), aunque resulta evidente que en sí mismo el lío en Xàtiva no favorece al barón.

De momento, la dirección provincial ha frenado los movimientos para que Castellano se encontrara en su pueblo (Benisanó) con una candidatura alternativa. Rus ha frenado a los críticos. Un gesto hacia una dirección regional que rechaza las formas del barón provincial, pero que, aseguran, tampoco desean entrar en batallas.

De momento, al margen de Xàtiva, ya ha habido contienda en Paterna y todo apunta podría haberla en otros municipios importantes como Ontinyent, Manises, Algemesí o Mislata. En la dirección provincial ven detrás la mano de Castellano y temen que intente abusar de la descrita cláusula estatutaria. En la regional, por su puesto, niegan maniobra alguna y mantienen que su máxima es huir del conflicto. Según las estimaciones de la dirección provincial, apenas un 5% de los congresos serán conflictivos. Ahora bien, pueden ser, sobre todo en el caso de Xàtiva, una muestra significativa de que las espadas entre las dos plantas de la calle Quart siguen en alto.