23 de enero de 1937. La «vedette» Tina de Jarque y cuatro hombres son detenidos al llegar a Valencia huyendo de los enfrentamientos que tienen lugar en la convulsa Madrid de la Guerra Civil.

Sus captores son un grupo incontrolado que presuntamente pertenece a la temida «columna de hierro» de la CNT. A uno de los integrantes del grupo le requisan un saco con más de diez millones de joyas. La comitiva es trasladada hasta el «picadero» de Paterna, donde todos son fusilados. Sus captores consideran que la reina de las revistas en los años 20 es una espía de los sublevados. Nadie deja constancia escrita del suceso.

Ésta es, posiblemente, la versión resumida de las últimas horas de vida de Constancia Jarque Santiago (verdadero nombre de la actriz), una mujer enigmática maltratada por la historia. A pesar de haber sido una víctima del bando republicano, el franquismo corrió un tupido velo sobre su figura, pese a contar con la amistad de muchas figuras prominentes entre el lado que ganó la contienda. No se investigaron los sucesos ni se dejó constancia de donde descansaba su cuerpo.

Ahora, las investigaciones del escritor Alfonso Domingo (Segovia, 1955) podrían arrojar un poco de luz a la historia. Domingo ha publicado El enigma de Tina (Algaida Editores), una obra de ficción donde utiliza los frutos de su incursión en la vida de la olvidada y cosmopolita «vedette».

«Cuando vi su papel de adúltera en la película Carne de fieras „que se estrenó 56 años después de su filmación„ me quedé fascinado y enseguida quise conocer la verdad de la historia. Saber donde descansaba su cuerpo se convirtió en todo un reto para mí», apunta el historiador segoviano.

Por ello, no dudó a la hora de zambullirse entre archivos históricos „destaca la cooperación del Ministerio de Defensa„ y testimonios diseminados por todo el territorio nacional para llegar a la verdad. Le costó más de tres años, hasta que dio con el libro de registros del Cementerio General de Valencia con la ayuda de Matías Alonso „coordinador del grupo para la recuperación de la memoria histórica de la fundación Societat i Progrés„.

Utilizando la fecha del 23 de enero como punto de partida, cribaron la amplia lista de entierros de desconocidos hasta dar con anotación más que interesante: cinco personas fusiladas procedentes de Paterna que descansan en una fosa común emplazada en la letra B de la línea 11 del cuadro 1 de la fila 5ª derecha del camposanto.

Contar con las coordenadas era un primer paso, ya que muchos de los localizadores que marcaban el camposanto en 1937 ya no existen. «Han sido borrados de forma intencionada», destaca Alonso. Sin embargo, la presencia de dos signos alfabéticos „V y LL„ en la zona ajardinada llena de montículos donde se hallan las fosas del año 1937 permitió realizar una ubicación aproximada del lugar donde pueden descansar los huesos de Tina de Jarque.

Exhumación

Una vez situado el posible lugar del sepulcro, el siguiente movimiento debería ser la exhumación. «Para ello, hace falta una petición de la familia», comentó ayer Alfonso Domingo. El autor visitó el Cementerio General junto a Matías Alonso y Miguel Blanco, familiar lejano de la «vedette» asesinada en 1937.

«Ya no quedan parientes directos de Tina, ya que la última fue una prima que falleció hace nueve años. Yo procedo de una familia de artistas circenses (los Briatore) que se emparento con los Jarque», comentó ayer Pablo. «Hablaré con algunos familiares y estudiaremos el coste de la operación».

Si se consiguen los permisos y el dinero, quizá Constantina de Jarque Santiago pueda descansar en paz.