En permanente fase de expansión política, tras el pelotazo electoral de las últimas autonómicas, municipales y generales, y al borde de la quiebra económica. Es la situación exacta de Compromís. El partido que lideran Enric Morera y Mònica Oltra vive tal asfixia en sus cuentas que ya adeuda nóminas de dos meses a sus trabajadores. La caja está vacía. Porque la formación ha expandido su estructura de funcionamiento a partir de una previsión de ingresos que no se ha cumplido por la morosidad de la Generalitat y el Gobierno.

El Consell le adeuda 188.000 euros correspondientes a las subvenciones por los resultados de las autonómicas de 2011, en las que logró seis escaños y 176.213 votos. No es lo peor. El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, ha dado dos informaciones que pintan negro el horizonte. La noticia mala es que el Consell recortará en un 30% la subvención anual a los partidos. La peor es que no piensa saldar la deuda pendiente de 2012. Traducido en cifras, Compromís puede dar por perdidos los 124.000 euros que se le deben del año pasado. Le queda confiar en que no suceda lo mismo con los 90.000 a los que tiene derecho en este 2013.

El Gobierno tampoco ha ingresado a Compromís los 170.000 euros a los que tiene derecho en concepto de financiación de las generales. La dirección del partido ha tenido que negociar con la Seguridad Social el aplazamiento de 70.000 euros correspondientes a las retenciones de IRPF en las nóminas de los empleados. La ejecutiva intentó en balde alcanzar un pacto para que el INSS le fuera reduciendo esos 170.000 euros que le adeuda a través de rebajas en la cotización.

Los responsables del Bloc intentaron también renegociar el crédito electoral de 100.000 euros suscrito con el Banco de Valencia, que se negó en redondo a refinanciar el préstamo con el Bloc. Las cuentas electorales están avaladas por la formación que lidera Enric Morera, dado que en el momento de las elecciones Compromís era una coalición. La situación económica del partido es tan crítica que incluso en alguna reunión de la ejecutiva del Bloc ha llegado a plantearse la posibilidad de acometer un ERE para reducir la carga salarial de una formación que ha engordado demasiado su plantilla y, en algún caso, la nómina. Al menos es lo que opinan miembros de la dirección nacionalista.

Entre las propuestas que se barajan para evitar despidos figura la supresión de alguna de las pagas extra de los trabajadores, según las mismas fuentes. La falta de recursos ha provocado malestar entre quienes critican que en Compromís «hay algunos que se dedican a contratar y contratar sin pensar quién y de dónde se van a pagar las nóminas en momentos complicados como el actual».

El Bloc adelanta dos meses el cobro de la cuota a sus militantes

Los alrededor de 2.800 militantes del Bloc tendrán que pagar hoy, 3 de mayo, los 30 euros correspondientes a la cuota del segundo semestre. El partido que dirige Enric Morera adoptó el acuerdo de adelantar dos meses este pago para lograr liquidez con la que hacer frente a la precaria situación económica por la que atraviesan. Los directamente adheridos a Compromís, sin militar en el Bloc ni en Iniciativa del Poble Valencià o Els Verds-Esquerra Ecologista, no están afectados por el adelanto de la recaudación de las cuotas.

En total son 1.150 los afiliados a la organización que nació como una coalición. Entre ellos, el portavoz municipal en Valencia, Joan Ribó. La mayoría ha formalizado la inscripción a través de internet. Iniciativa cuenta con unos 500 afiliados. El adelanto de cuotas y las ayudas al grupo de las Corts permitirán ganar tiempo a la espera de que el Consell y el Gobierno salden sus deudas con el partido. f. a. valencia