El puerto de Barcelona se adelanta al de Valencia. El Ministerio de Fomento licitará después del verano un autovía que dará servicio a la zona de ampliación del puerto barcelonés situada junto al viejo cauce del río Llobregat. Se trata de una infraestructura clave para la recién inaugurada macroterminal de contenedores de Barcelona que puede suponer una amenaza directa al liderazgo del puerto de Valencia en tráfico de contenedores del Mediterráneo.

Mientras el puerto de Barcelona, competidor directo del de Valencia, tendrá en breve una autovía que dará servicio a su ampliación, el reclamado acceso norte del puerto de Valencia ha quedado aparcado por su complejidad -incluye un túnel subterráneo a través del barrio del Cabanyal- y su elevado coste, unos mil millones de euros.

La APV reconoce la rivalidad con el puerto de Barcelona, líder en el sector de los cruceros. "Hay una competencia sana, pero los contenedores no se casan con nadie y hay que trabajárselo", afirma el director de Planificación de la APV, Manuel Guerra. El responsable de planificación insiste en que "el acceso norte es necesario para la ampliación", si bien admite que "quizás habría que replantearse el proyecto, porque son mil millones, y buscar una alternativa más barata al túnel". "No debemos empeñarnos en el túnel; podemos buscar una solución provisional como la que se ha dado al Corredor Meditarráneo con el tercer carril ferroviario"

La nueva vía rápida para el puerto catalán, reservada principalmente camiones, tendrá diez kilómetros de longitud, dos carriles por sentido y no estará sujeta a peaje como el túnel del acceso norte. El Ministero de Fomento costeará el 86% de la obra, presupuestada en 220 millones de euros y el puerto de Barcelona el resto, según publicó la Vanguardia.

En tiempos de bonanza, la Generalitat asumió casi en exclusiva las obras del acceso norte y ahora, en época de vacas flacas, la Conselleria de Infraestructuras las ve inasumibles y la actual ministra de Fomento se muestra renuente a financiarlas. El Gobierno no se muestra esquivo tanto con el acceso norte como con el Corredor del Mediterráneo.

En el caso de las infraestructuras ferroviarias, no obstante, la Autoridad Portuaria de Valencia ha conseguido firmar un convenio con Adif que permitirá acometer una solución intermedia y más barata al Corredor Mediterráneo, el denominado tercer carril ferroviario. Esta infraestructura en ancho europeo dará salida al tráfico portuario sin necesidad de hacer trasbordos en la frontera francesa. El tercer carril ferroviario estará en funcionamiento previsíblemente en 2015.

"No nos aprieta el zapato"

La Autoridad Portuaria de Valencia no parece tener ahora la misma urgencia que Barcelona por la construcción de un acceso por carretera para la zona de ampliación. El puerto de Valencia tiene el acceso sur y la V-30 para canalizar el tráfico de camiones -que como consecuencia de la crisis económica está menos congestionado-.

Además, las terminales de contenedores de la ampliación no están hechas por falta de inversores. Cuando se proyectó la ampliación al puerto le llovían las ofertas de navieras como MSC interesadas en invertir en las nuevas terminales, una situación que ahora no se da.

La APV asegura que el acceso norte no es ahora tan urgente -"ya no nos aprieta tanto el zapato", describe gráficamente Manuel Guerra-. Pese a todo, los gestores del puerto valenciano no renuncian a la obra. Así consta en el reciente convenio de cesión de la marina real Juan Carlos I a la ciudad, en el que se ha reservado una amplia franja de suelo, junto al canal y al futuro club de playa de la marina, para el acceso norte.

Las industrias azulejeras de Castelló han sido uno de los sectores que más presión ha ejercido para la construcción del acceso norte al puerto de Valencia. Esta infraestructura proporcionaría una conexión directa con el puerto de Valencia sin tener que rodear la ciudad a través de la V-30 para llegar al acceso sur.

Del acceso norte sólo se han licitado algunos tramos de la primera fase, la que discurre en superficie desde Alboraia, en paralelo con la V-21, hasta Valencia. La segunda fase, que incluye el túnel, está, por el momento, en vía muerta.