La juez que investiga el caso Cooperación utiliza cinco folios enteros del auto de procesamiento a Rafael Blasco y otros ocho imputados para explicar la relación de «favores mutuos» entre el exconseller de Solidaridad y el empresario encarcelado. Una de estas páginas está dedicada expresamente a la estrategia que orquestaron ambos para atacar a Levante-EMV cuando destapó el escándalo el 8 de octubre de 2010.

La juez destaca los correos electrónicos que Blasco y Tauroni se mandan las horas posteriores a la noticia. En un escrito del 9 de octubre de 2009 el empresario preso le envía un mensaje con un adjunto titulado «Rectificación Levante ACTM». El día siguiente ambos comentan «la citada rectificación» y el 15 del mismo mes hablan de que la fuente de la información puede provenir de «un posible robo de documentación».

Ambos imputados se envían un correo con un adjunto donde se lee «Argumentos para ridiculizar a Ángel Luna (diputado del PSPV) y una entrevista de este periódico a uno de los imputados.

Cabe recordar que tanto Blasco desde la Conselleria como Tauroni desde la Fundación Entre Pueblos bombardearon a este periódico con más de una veintena de «rectificaciones» a hechos que durante el proceso judicial se han demostrado ciertos. Una de esas afirmaciones fue que Tauroni estaba detrás de las empresas y ONG del escándalo. Cabe recordar que el periódico ganó los dos juicios a los que se tuvo que enfrentar contra Blasco y el empresario preso.

No es lo único que llama la atención a la juez de la relación entre ambos imputados. De las conversaciones telefónicas se desprende «una estrecha y antigua relación». «Un análisis de las mismas confirmaría ese entorno de conocimiento y favores mutuos, así como una relativa premura y una gran amplitud en cuanto a franjas horarias y diarias», explica la juez en referencia a comunicaciones a las 11 de la noche o en periodos vacacionales.

«Existen también indicios objetivos que permiten sostener que las relaciones entre Blasco y Tauroni no eran las habituales entre el máximo responsable de la conselleria y quienes pretendieran obtener subvenciones de la misma. Como consecuencia, seguramente, de la vinculación de las dos familias a la población de Alzira, Tauroni mantuvo estrechas y públicas relaciones con familiares directos del conseller, en concreto con su hermano, Bernardo Blasco, con quien compartía inquietudes políticas y con quien llegó a crear una empresa en 1997», dice la juez.