"En el documento había errores, no me duelen prendas en reconocerlo, pero eso no quiere decir que el trabajo esté mal hecho". El secretario autonómico del sector público, Bruno Broseta, defendió ayer en las Corts el "vital" asesoramiento que prestó Deloitte para la elaboración del Plan de Reestructuración de las empresas y fundaciones de la Generalitat, que se plasmó en un documento de 248 páginas por el que se abonaron 255.000 euros y que contenía fallos precisamente en la información económica. Ignacio Blanco, de EU, consideró "escandaloso" que, para el Consell, las pifias no alteren las conclusiones, lo que, a su juicio, evidencia que los datos "eran decorativos" y se trató de "dar cobertura a una decisión política contratando a una consultora a más de mil euros por página".

"Esto no va al peso", replicó al respecto Broseta, quien defendió que los errores eran "materiales", de "volcado de datos" y "de formato", aunque no los vio "relevantes". Justificó la contratación en que el cometido exigía un "trabajo ímprobo" de selección de textos legales o recopilación de información económica "dispersa" de las firmas. El socialista Francisco Toledo censuró que el dinero pagado no sirvió "para nada", ya que el Consell no hizo caso al informe "en más de la mitad de los entes". "Pudieron más las presiones del PP que los 255.000 euros", dijo. Mireia Mollà (Compromís) preguntó si entre los escenarios manejados había alguno con menos despidos. Broseta lamentó que el proceso implique "un número tan elevado de despidos" pero dijo que estos no son "lo más relevante", ya que, entre 2011 y 2013, el desembolso en nóminas se ha reducido en 72,3 millones, el 4,8 % de la minoración total del gasto del sector público, mientras en funcionamiento, 232 millones, "tres veces más", el 16 % del total.